París.- El tenis mundial fue testigo de una jornada inolvidable en Roland Garros, donde el español Carlos Alcaraz escribió su nombre en los libros de historia al conquistar su quinto Grand Slam. En una final maratónica que se extendió por 5 horas y 29 minutos, convirtiéndose en la más larga en la historia del torneo, Alcaraz derrotó al número 1 del mundo, el italiano Jannik Sinner, con parciales de 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3) y 7-6(2).
A sus 22 años, Alcaraz se convierte en el primer tenista nacido en el siglo XXI en acumular 20 trofeos y el tercero más joven en alcanzar la cifra de cinco "grandes", solo superado por leyendas como Bjorn Borg y su compatriota Rafa Nadal. Su victoria fue una muestra de resistencia inquebrantable, pues es la primera vez en su carrera que logra ganar un partido tras ir dos sets abajo.
Además, se une a una selecta lista de campeones de Grand Slam que levantaron la copa tras salvar puntos de partido, como Gastón Gaudio en Roland Garros 2004 y Novak Djokovic en Wimbledon 2019.
Una batalla de voluntades en la Philippe Chatrier
La Final, más allá de la perfección técnica, fue un despliegue de emoción y épica sublime. Alcaraz se sobrepuso a un Sinner que llegaba en plenitud de forma, invicto en 20 partidos de Grand Slam y con dos sets de ventaja y tres puntos de partido a su favor. La comunión del español con la Philippe Chatrier fue clave, elevando su nivel cuando el italiano no había sido exigido a tal punto desde su regreso a las canchas.
Alcaraz: el verdugo de Sinner
Este triunfo marca la quinta victoria consecutiva de Alcaraz sobre Sinner, consolidando al murciano como el único rival capaz de frenar al italiano. A pesar de una peculiar temporada para Sinner, marcada por una sanción de dopaje y un tiempo fuera de las pistas, Alcaraz le ha tomado la medida, culminando con esta Final antológica, la primera que pierde el italiano en un Grand Slam.
Todas las finales de Grand Slam que ha disputado Alcaraz las ha ganado, pero ninguna con la carga de drama y la gloria de esta en París.