Torreón.- La afición de Rayados vivió una noche amarga en el Estadio TSM de Torreón, donde el equipo albiazul quedó eliminado en los Octavos de Final de la Concachampions ante Vancouver Whitecaps, un golpe duro para un constante favorito del torneo.
Desde temprano, miles de seguidores regios llegaron a Torreón en sus autos y en los 12 camiones de animación, para después sumarse a los 10 mil asistentes en el TSM. Los aficionados albiazules estaban confiados en que su equipo conseguiría el pase a Cuartos de Final. La fiesta comenzó en las inmediaciones del estadio con cánticos y tambores, con la esperanza de vivir una noche de celebración.
“Hicimos el viaje con toda la ilusión de ver ganar al equipo. Nos costó dinero, tiempo y esfuerzo, y salimos con una decepción tremenda”, lamentó Jonathan, un aficionado que viajó desde Monterrey.
El gol tempranero de Rayados -anotado por Sergio Canales- desató la euforia de la afición, que parecía vivir otra gran noche en su torneo favorito. Sin embargo, la historia cambió en la segunda mitad, cuando Vancouver remontó con dos goles. A pesar del penal anotado por Sergio Ramos en tiempo de compensación, no fue suficiente para evitar la eliminación en la Concachampions.
Al final del partido, el sentimiento entre los seguidores regios era de impotencia y tristeza. Algunos salieron cabizbajos, en silencio, mientras que otros se reunieron en la explanada del estadio para exigir la salida de Martín Demichelis, frustrados por el desempeño del equipo.
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“Duele, pero la fe no se pierde. Nos toca aguantar y esperar que el equipo reaccione, porque esto no es lo que queremos ver”, concluyó Cesar, aficionado que, como muchos otros, emprendió el viaje de regreso con más dudas que certezas sobre el futuro de Rayados.