San Nicolás.- Desde su llegada como entrenador de Tigres, Guido Pizarro ha ido dando destellos de su estilo de juego: posesión, control del ritmo y salida organizada desde el fondo.
En sus primeros partidos, el equipo mostró un planteamiento que ha llevado a la comparación con la era de Ricardo Ferretti. Si bien hay diferencias tácticas entre ambos, el enfoque de Pizarro rememora el de Tuca, quien basó su éxito en el dominio del balón y la paciencia para generar oportunidades.
Con un esquema más flexible, que pasa de una línea de cinco defensores a cuatro según las circunstancias, el ‘Conde’ busca que Tigres tenga el valor de jugar y manejar los tiempos del partido.
“Desde el primer día venimos trabajando para que la intención de jugar cambie y ese será el sello”, afirmó Pizarro, dejando claro que más allá de la táctica, su objetivo es que Tigres se adueñe del juego con la pelota.
La evolución del esquema
En su debut ante Cincinnati, Pizarro sorprendió con un 5-3-2, usando a Purata como tercer central y buscando profundidad con los carrileros. En Liga MX, ante Querétaro, salió con la base de tres marcadores, pero explotando la movilidad de Javier Aquino y Jesús Garza en carriles exteriores. Además, utilizó a Brunetta en una posición mucho más retrasada como organizador de juego, tras la salida de Carioca.
Te podría interesar
A diferencia de Ferretti, quien muchas veces cedía la iniciativa y apostaba por la solidez defensiva, Pizarro parece inclinado a una propuesta más ofensiva. Sin embargo, aún falta ver si este modelo se mantiene cuando enfrente a otros rivales, tal y como lo hacía el “Tuca”.
¿Un Tigres con sello propio?
Para Pizarro, el reto será mantener la posesión sin perder verticalidad. La intención de jugar con inteligencia y atraer rivales por dentro para generar espacios por fuera ha sido un detalle que, en ocasiones, lograba Ferretti, sobre todo cuando jugaba en el Universitario.
El tiempo dirá si Tigres consolidará un estilo propio bajo su mando o si, con el paso de los partidos, terminará adoptando una versión renovada del método que llevó a Ricardo Ferretti y a Tigres a esa época dorada.