Washington D.C. - Donald Trump podría ser el primer expresidente de Estados Unidos en ser detenido, y él está consciente de esta situación, ya que el pasado sábado anunció vía redes sociales que las autoridades judiciales trabajan en la emisión de una orden de detención en su contra, lo que provocó sorpresa entre sus seguidores.
Los abogados de Trump no han confirmado este hecho, incluso afirmaron no tener información sobre algún tipo de movilización a favor del exmandatario estadounidense, cuya teoría estaría basada en lo que manejan algunos medios de comunicación.
¿Por qué Trump corre riesgo de ir a la cárcel?
Donald Trump, que aun busca regresar a la presidencia de los Estados Unidos como representante republicano, se encuentra en el ojo del huracán por la presunta infracción a la ley sobre financiación electoral.
De manera concreta, a Trump se le acusa de haber entregado 130 mil dólares a la actriz pornográficaa Stormy Daniels –cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford- por parte de su abogado previo a las elecciones presidenciales de 2016.
Ello con motivo de comprar el silencio de la modelo erótica, con quien, se dice, tuvo una relación mientras estaba casado con Melania Trump.
Stormy Daniels intentó dar los detalles de su relación con Trump en 2011, cuando intentó vender su testimonio a la revista In Touch, sin embargo, el medio de comunicación se alejó de las negociaciones luego de que recibiera una amenaza de parte de uno de los abogados de Trump, quien advirtió con lanzar una demanda.
Este representante jurídico es identificado como Michael Cohen, y curiosamente hoy es uno de los principales testigos en contra de Trump.
Cohen fue sentenciado a tres años de prisión en 2018 por cargos federales relacionados con desembolso, él se declaró culpable, pero aseguró que había actuado bajo las órdenes de Trump.
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De acuerdo con The New York Times, en caso de que no se contabilice de manera adecuada el pago a Daniels, esto resultaría en un cargo por delito menor relacionado con la falsificación de registros comerciales, lo que elevaría a un delito grave si la contabilidad falsa tenía la intención de encubrir un segundo delito, por ejemplo, una violación de financiamiento de campaña.