El Paso.- La situación en la frontera entre Estados Unidos y México a la altura de El Paso, el punto por donde más migrantes han cruzado en los últimos meses, continúa tranquila en el segundo día consecutivo, tras el levantamiento del Título 42.
A primera hora de la mañana, la línea fronteriza al sureste de las ciudades de El Paso, Texas, Estados Unidos y Ciudad Juárez (Chihuahua, México) se veía tranquila, sin la presencia de refugiados buscando entrar en territorio estadounidense.
La orilla estadounidense del río Bravo, que hace de frontera natural entre ambos países, seguía reforzada por un muro de concertina, que fue levantado por la Guardia Nacional de Texas por orden del gobernador estatal, el republicano Greg Abbott.
Solo algunas aves sobrevolaban la valla metálica de cinco metros y medio en la que hay apostados numerosos vehículos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y de la Guardia Nacional, estos últimos sin identificación, así como varios acorazados.
Créditos: EFE/ Jonathan Fernández
A la altura de la puerta 42, a unos quince kilómetros de los núcleos urbanos de ambas ciudades, se observaron un par de agujeros realizados en las noches pasadas por los migrantes en los alambres de espino y que los agentes estadounidenses supervisan para intentan reparar.
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Asimismo, del lado mexicano también patrulla algún vehículo del Ejército. En la puerta, donde la mañana de ayer las autoridades concluyeron el traslado de un millar de refugiados que se habían concentrado allí en las últimas horas de la vigencia del Título 42, todavía quedan tres contenedores cargados con las pertenencias que dejaron los migrantes antes de ser transportados los centros de detención y procesamiento.
Las autoridades de Estados Unidos dijeron el viernes que en el primer día de levantamiento del Título 42 no registraron un aumento significativo de cruces en la frontera, a diferencia de lo que se había pronosticado.