Pekín. – El mundo tiene cada vez mayor entendimiento sobre la inteligencia artificial (IA), y aunque esta herramienta puede ser utilizada para fines positivos, también está presente la posibilidad de ser manipulada con determinadas intenciones que podrían traer resultados negativos.
Lo que sucede en China podría tomarse como ejemplo, y es que el Ejército de Liberación de la República Popular aprobó un sistema de artillería guiada por un láser que tiene la capacidad de alcanzar objetivos (entre ellos del tamaño de un blanco humano) a una distancia de hasta 16 kilómetros por hora.
"La inteligencia artificial evoluciona rápidamente. Cada vez más investigadores aplican esta tecnología a los problemas de planificación de trayectorias", mencionó el profesor Wang Jiang, del Instituto de Tecnología de Pekín.
El sistema bélico mencionado hace uso de la inteligencia artificial para identificar de manera rápida los factores ambientales que influyen en la trayectoria, provocando mayor precisión en sus proyectiles.
Para que esto funcione es clave que el chip tenga un diseño sencillo, ya que tiene que soportar determinado tipo de condiciones.
Entretanto, la IA cuenta con la capacidad de aprender de los datos recogidos en sus vuelos de prueba, ya sean reales o de laboratorio.
Los investigadores que desarrollaron la tecnología, mencionaron que la intención es ahorrarse millones de dólares en las guerras, por lo que, se cree, este mecanismo pueda cumplir las necesidades.
"(El sistema) Ayudará a reducir las víctimas civiles y los daños en los edificios circundantes. Facilitará la reunificación y la reconstrucción tras la guerra", destacaron los expertos, quienes no descartan darle uso al sistema en su conflicto con Taiwán.
En las primeras pruebas realizadas en base a esta inteligencia artificial, el ejército chino pudo destruir autos en movimiento pese a que los proyectiles no han logrado alcanzar la velocidad o distancia que puede conseguirse con otro tipo de herramientas de guerra.