Monterrey.- Los regiomontanos habrían respirado durante el 2021, entre 3 y 4 veces más contaminación que la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advirtió que sólo 1 de cada 10 personas, viven en ciudades con aire limpio.
El pasado mes de septiembre la OMS, determinó que las afectaciones a la salud a causa de la contaminación por partículas suspendidas son más graves de lo que se pensaba y recomendó a los países reducir los umbrales de concentración de partículas PM2.5 y PM10.
Los nuevos lineamientos que sustituyeron a los vigentes desde hace 16 años, redujeron a la mitad el límite anual de partículas menores a 2.5 microgramos por cada metro cúbico de aire, es decir de 10 que establecía la norma internacional del 2005 a solo 5 microgramos.
Lo mismo ocurrió con las partículas menores a 10 micras, cuyo umbral permisible bajo de 20 a 15, es decir se redujo un 25% por metro cúbico.
A raíz de esto la Secretaría de Salud Federal, emitió también nuevas normas ambientales de contaminación de aire, para reducir el límite de partículas PM2.5 de 12 microgramos por metro cúbico, como establecía la norma de 2014 a 10 microgramos, que aun así es el doble de lo permitido por la OMS.
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Estas modificaciones, muestran un problema de contaminación del aire, mucho más grave en Nuevo León, pues según los nuevos umbrales, los regiomontanos respiran entre 3 y cuatro veces más contaminación que la permitida por la OMS.
Muestra de ello es que según los reportes del programa AIRE Nuevo León, en 2020 el promedio anual de concentración de partículas PM2.5 fue de 21.36 microgramos por metro cúbico, mientras que el de PM10 fue de 53.56 microgramos.
En tanto que en el año 2021 que concluyó recientemente, el promedio diario de concentración de partículas suspendidas superó en todos los meses la norma internacional, así como en más de 200 días superó la norma mexicana, mucho más laxa.
Para la titular del Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire, Selene Martínez Guajardo, los gobiernos deben trabajar de la mano para reducir gradualmente la contaminación y las normas mexicanas a fin de acercarse a los umbrales recomendados por la OMS, y evitar más riesgos a la salud de las personas.
Según especialistas la peligrosidad de estas partículas radica en su tamaño, pues por ejemplo las pm2.5 son 20 veces más pequeñas que un grano de arena, lo que les permite pasar por el sistema respiratorio y llegar al torrente sanguíneo.
Estas partículas permanecen en el organismo y a medida que se acumulan más y más a lo largo de nuestra vida, pueden desencadenar en diversas enfermedades cardíacas isquémicas, pulmonares, cerebrovasculares, asma y demencia, entre otras.
Según datos de la Secretaría de Salud Federal, las enfermedades del corazón representaban la primera causa de muerte en Nuevo León, hasta antes de la llegada de la pandemia.
La tasa de fallecimientos por estas enfermedades se duplicó en los últimos 10 años en la entidad.
El Doctor Gerardo Mejía, Profesor del Departamento de Tecnologías Sostenibles y Civil del Tecnológico de Monterrey, el problema de la contaminación en la zona metropolitana, es grave, pues se exceden las normas la mayor parte del año y los costos económicos y a la salud son altos.
La OMS estima que en México más de 25 mil personas pierden la vida cada año a causa de enfermedades relacionadas con la contaminación del aire.
El Gobierno de Nuevo León ha lanzado un ambicioso programa para reducir la contaminación en la entidad que incluye la creación de una agencia ambiental e impuestos a empresas contaminantes.