Ambientalistas piden mejores protocolos para la captura de osos

El biólogo Roberto Chavarría señaló que espera que se pueda hacer algo para impedir acciones que reflejen la falta de habilidad de las autoridades para resolver estos incidentes.

El oso negro es una especie catalogada en Peligro de Extinción.Créditos: Archivo
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Monterrey.- Tras el reporte del avistamiento de un oso en el Club Alpino Chipinque, empleados pidieron el apoyo de la Profepa, quienes instalaron una trampa para capturarlo, sin embargo, ambientalistas y especialistas temen por el destino del animal.

Lo anterior al señalar que no hay suficiente transparencia sobre el sitio de liberación de estos animales, ya que en ocasiones pasadas se ha evidenciado un manejo inadecuado de la fauna como sucedió con el oso 34 a quien castraron y liberaron en un hábitat ajeno a su entorno de desarrollo.

El biólogo Roberto Chavarría indicó que esta situación implica un estrés importante para el plantígrado, aunado al riesgo para su integridad, debido a que pudiera ser liberado en un área que sea dominada por otro ejemplar y provoque un conflicto o disminuya su supervivencia.

“No es justo que hagan esto con nuestra fauna, ojalá se pueda hacer algo para impedir estas acciones que reflejan la falta de habilidad de las autoridades para resolver de la mejor manera estos incidentes”, apuntó.

 Indicó que existe una notable falta de protocolo en el Hotel Chipinque como sucedió el año pasado cuando un oso llegó en medio de un banquete y el personal no está capacitado para afrontar esas situaciones que pudieran tornarse de riesgo.

“No es convivir por convivir, es quitarlos de los lugares, no hay un tratamiento aversivo en ninguno de los lugares cercanos. Había una propuesta que no se ha consolidado de poner letreros donde se dé la explicación a los visitantes y donde hay una corneta de aire para que con un ruido fuerte pueda ahuyentarlos”.

“Lo que se hace en la actualidad solamente es poner trampas y llevárselos y no es la idea, y se debe de ahondar en el tema porque es muy importante, en lugar de darle tratamiento aversivo para que se retire a la Sierra por sí mismo”, destacó el especialista.

El oso negro, una especie catalogada en Peligro de Extinción, bajo la Norma Oficial Mexicana 059 de la Semarnat, ha venido presentando este cambio de hábitos y comportamientos desde hace 12 años, aunque este 2022, el problema se ha acentuado.

Al respecto el activista de Piensa Verde Nuevo León, José Muzquiz indicó que “Del oso 34 la PROFEPA se ‘reservó’ la información de su liberación por seguridad según ellos, pero se teme está muerto ya. Se dijo que llevaría collar rastreador y no se lo pusieron”.

Asimismo, se detalló que entre la segunda quincena del mes de agosto y mediados de noviembre, esta especie se encuentra en periodo de hiperfagia, donde deben alimentarse conforme a sus necesidades para almacenar energía y sobrevivir a su periodo de hibernación.

“El crecimiento urbano no puede detenerse, más también es una realidad es que entre más invadamos su hábitat, más frecuentes serán los encuentros con especies como son los osos, por la falta de orden y poco compromiso de nuestros gobiernos en la materia, se sigue construyendo y desarrollando en zonas que supuestamente son áreas protegidas y reservas naturales afectadas negativamente”, señaló.

El activista por los derechos de los animales y el medio ambiente urgió a que también se tenga una cultura en la sociedad para respetar estas zonas y además no dejar comida, desechos o basura al alcance de estos ejemplares.

“Ante esta situación Piensa Verde NL hace un enérgico llamado a la autoridad para que se destinen los recursos tanto humanos como materiales para encontrar y sobre todo aplicar soluciones para las evidentes fallas en la protección animal y del medio ambiente”.