Chef Herrera aclara polémica tras decir que ‘Monterrey es un rancho grandote’

El popular chef expresó que sus palabras fueron sacadas de contexto para generar interés en el podcast Regiopolis.

Chef Herrera.Créditos: Especial.
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Monterrey.— Adrián Herrera, mejor conocido como “Chef Herrera”, habló para ABC Noticias sobre la reciente polémica en la que se vio involucrado cuando señaló que Monterrey “es un rancho grandote” durante una entrevista para el podcast Regiopolis.

El popular chef comentó que sus declaraciones fueron sacadas de contexto para la promoción de la entrevista, y criticó que usuarios no tuvieran interés en conocer completamente sus declaraciones.

“Cuando dije yo que Monterrey es un rancho, que no era una ciudad, a lo que yo me refería es muy sencillo: una ciudad tiene esa capacidad de evolucionar, de ver que tenga una urbanización correcta, la cual Monterrey no la tiene; que tenga áreas verdes, la cual tampoco tiene; entonces dada la cantidad de insuficiencias que tiene la ciudad yo dije: ¡Esto no es una ciudad, es un rancho!”, señaló.

Los ranchos, profundizó el chef, no tienen esa planeación y no les importa.

Herrera, quien ha formado parte del popular programa Masterchef, Masterchef Junior y Masterchef Latino explicó que sus declaraciones obedecieron al desarrollo de una conversación en la que comentaban el sentido antropológico de la ciudad.

“Estaba hablando dentro de un contexto con tonos antropológicos, hablamos de cómo evolucionó la comida de 50 años para acá, cómo nuestros amigos que tenían supermercados en aquel tiempo no vendían verduras… Y cómo han ido cambiando las cosas, y cómo (la ciudad) ha ido integrando a personas de otras partes de la república, pero no los asimila”.

“No termina de asimilar por un tema xenofóbico, por un lado y por un tema de no querer realmente asimilar otras culturas, cuando es un tema muy importante para el crecimiento cultural de una ciudad”, añadió.

Sin embargo, lamentó que al popularizarse ese fragmento de la entrevista, que hirió susceptibilidades regias, se generó una cascada de confusión y drama en personas que no se cuestionaron el fondo de las mismas.

“El perfil de las personas que lo aceptaron son personas con coeficientes comprometidos, personas para las que es fácil opinar y aventar un ‘hate’ y no preguntarse ‘oye, ¿por qué lo dijo? o (decir) ‘vamos a ver toda la entrevista’”, señaló.

Y como de todo lo malo surge algo positivo, en esta ocasión no fue la excepción, pues nuevos clientes han llegado al restaurante y se han permitido experimentar su sazón.