Santa Catarina. - La estación de monitoreo ambiental instalada en el municipio de Santa Catarina reportó este jueves calidad del aire extremadamente mala.
A través del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA) se pudo observar además que otras seis estaciones reportan muy mala calidad del aire, dos ubicadas en Escobedo, una en San Nicolás, otra en Cadereyta, Apodaca y Juárez.
Las dos ubicadas en García, las dos de Monterrey, la de Guadalupe y Pesquería, reportaron calidad del aire mala. Las dos restantes (San Pedro y Guadalupe) tienen calidad regular.
El pasado 14 de junio, cuando el Gobierno del Estado emitió la octava alerta ambiental por la alta concentración de partículas contaminantes en el medio ambiente, y tras una semana de altas temperaturas, fuertes ráfagas de viento e incendios, la mala calidad vuelve a imperar.
Olvidan autoridades compromiso de mejora del aire
El compromiso de autoridades estatales de mejorar la calidad del aire pasó a un segundo plano debido a la crisis de agua, pero es un problema que sigue latente y de acuerdo a analistas, un punto clave es que ni siquiera se han establecido un plan de estímulos y sanciones a empresas, como la refinería de Pemex en Cadereyta.
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La crisis hídrica acaparó los esfuerzos del Gobierno y la atención de políticos, pero mientras tanto, entre enero y agosto de este año, en la ciudad siete de cada 10 días se rebasó la norma de calidad del aire, según el Reporte Meteorológico y de Calidad del Aire de la Zona Metropolitana de Monterrey.
De acuerdo al indicador, en enero fueron 25 días sobre la norma; en febrero 22, en marzo se contabilizaron 24, en abril 19, mayo tuvo 17, junio aparece con 20, julio, 15, y agosto registró 25 días con aire que no cumple con la calidad adecuada.
Al respecto, el diputado local de Morena, Waldo Fernández, lamentó que hasta el momento no se haya desarrollado una política pública para estimular empresas que mejoren sus procesos y también para sancionar a las que sigan contaminando, debido a que existen intereses en la iniciativa privada.
“Las autoridades estatales no han podido explicar ni desarrollar una política pública integral que acepte estímulos para mover empresas, y sanciones para las que sigan contaminando.