Monterrey.- Waldo Fernández, senador de Nuevo León, destacó la gravedad de no tener un fiscal general de justicia en el Estado por dos años.
Durante la discusión sobre el dictamen emitido por las Comisiones Unidas de Gobernación y Estudios Legislativos, en materia de elección de las personas juzgadoras del Poder Judicial de la Federación, Fernández González denunció que la Suprema Corte de Justicia tiene más de dos años sin resolver la controversia en la designación del Fiscal General de Justicia en el estado de Nuevo León.
“Un caso que es muy grave que está sucediendo en Nuevo León, que es el segundo Estado que mayor Producto Interno Bruto aporta al país, algo que la oposición le encanta hablar sobre el tema de crecimiento económico, es un Estado que tiene dos años sin fiscal general. Hace dos años por una disputa política, y la controversia que se presentó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al día de hoy, a dos años, la corte ha sido incapaz de darle el respeto el pueblo de Nuevo León de resolver esta controversia de manera expedita como debería de ser”, declaró Waldo Fernández.
Fernández González comparó esta situación con asuntos directos que viven día a día los ciudadanos, y resaltó que la corte sería incapaz de resolver esos asuntos, si no han logrado dar certeza legal en un tema tan relevante como lo es el fiscal de Nuevo León.
“Imagínense que un Estado pujante como Nuevo León, no ha podido resolver una crisis de seguridad y de gobernabilidad, porque la corte ha sido incapaz de dictar una resolución para dividir quién debe ser el fiscal del Estado, que posibilidad tiene un jornalero, un ejidatario, una ama de casa, un ciudadano emprendedor de clase media o el dueño de una de tener acceso a la justicia, si en asuntos tan relevantes, como darle certeza a 6 millones de personas en un Estado se tardan 2 años”, dijo el senador.
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Por ello, dijo el senador, que se requiere un Poder Judicial que sea cercano a la población, y no cuenten con la percepción de lejanía por los cargos que ostentan, jueces y magistrados.
“México necesita un Poder Judicial que esté al servicio de la gente, que no se aleje de la problemática social ni se encierre en altas torres de privilegio, la reforma que tenemos en nuestras manos le pone rostro a la justicia, si bien la justicia es ciega no tiene por qué no tener rostro, no tiene por qué no haber vinculación de un juez o un magistrado con su comunidad, o un ministro con su país”, finalizó Waldo.