Días contaminados en Nuevo León van en aumento: Observatorio del aire

El número de días en los que la concentración de las partículas PM2.5, PM10, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre ha ido en aumento y con ello crece la probabilidad de desarrollar enfermedades respiratorias.

Contaminación en Nuevo León.
Contaminación en Nuevo León.Créditos: Archivo ABC Noticias.
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Monterrey.- Aunque la concentración de contaminantes por metro cúbico ha disminuido en Nuevo León durante las últimas dos décadas, ha ido en aumento la cantidad de días en los que se superó el límite de la norma de salud mexicana, por lo que son pocas las ocasiones en las que la población puede “darse un respiro” sin correr el peligro de enfermar.

ABC Noticias publicó la semana pasada que las concentraciones promedio anuales de PM2.5 disminuyeron 37.1 por ciento, del 2005 al 2023, y las PM10 bajaron 31.5 por ciento en el mismo periodo, según cifras del SIMA (Sistema Integral de Monitoreo Ambiental), a partir de un análisis elaborado por el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey (OCCAMM)

Para el ingeniero químico Gerardo Mejía, Consultor del OCCAMM, hablar de contaminación, es hablar de un problema de salud pública, por lo que es primordial atender la problemática.

"Las normas se han vuelto más estrictas porque tienden a proteger a la población, al ser más estrictas se espera tener mejor ambiente y menor daño a la salud.

"De las fuentes, lo que podemos tratar de controlar son las que consumen energía fósil, es la principal causa de contaminantes. Ahí entran la industria y los automovilistas. Creo que lo importante es cómo va a quedar el transporte público", opinó el también catedrático retirado, del Tecnológico de Monterrey.

Sin embargo, en la zona metropolitana de Monterrey, subió el número de días por encima de la norma entre 2022 y 2023, tanto en PM2.5 y PM10, como en el ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, principales compuestos que ponen en riesgo la salud, y mientras aumentan los días con calidad del aire deplorable, también se incrementan las posibilidades de desarrollar padecimientos cardiovasculares y respiratorios.

En los datos oficiales se puede constatar que, a excepción de las PM10 y el ozono, hubo meses en los que no se superó el límite de la NOM en ningún día.

No obstante, cabe señalar que esto no significa que los contaminantes no se hayan encontrado presentes en el aire de la zona metropolitana de Monterrey en una medida distinta, sino que estuvieron por debajo del tope.

Las partículas menores a 10 micras, o PM10, son restos de tierra, cenizas, hollín, partículas de metales pesados, cemento, polen y polvo que ya se encontraban en la atmósfera, así como emisiones de fuentes móviles o fijas: parques industriales, construcciones, combustión de materiales y transporte automotor.

Algo similar ocurre con las PM2.5, pues resultan de los combustibles fósiles de uso industrial o vehicular. Sin embargo, debido a su tamaño, son las más peligrosas para la salud pública, dada su capacidad para adentrarse en los alveolos pulmonares y el torrente sanguíneo.

En años anteriores, la presencia del ozono, protector natural contra la radiación ultravioleta, no preocupaba a autoridades y ciudadanía nuevoleonesas, y normalmente aparecía en los noticieros cuando se hablaba de las contingencias ambientales de la Ciudad de México.

Ahora sí es un tema de cuidado, puesto que la reacción química entre óxidos de nitrógeno, luz solar y otros compuestos que ya se encuentran en el aire sucio, aumenta exponencialmente la concentración regular de este gas, y a “nivel de piso”.

De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la gasolina, el diésel, el gas LP y el gas natural son otras fuentes de emisiones que contribuyen a la elevación del ozono.

“El ozono se considera un contaminante ambiental, ya que a elevadas concentraciones puede provocar daños en la salud como irritar el sistema respiratorio, agravar el asma y las enfermedades pulmonares crónicas, reducir la función pulmonar y disminuir la esperanza de vida”, menciona la dependencia federal en su sitio web.

El dióxido de nitrógeno tiene un origen más doméstico, resultado del uso de combustibles sin apropiada ventilación, estufas de gas, trabajos de soldadura, consumo de cigarros de tabaco y aparatos con queroseno, como calentadores.

En diferentes grados de exposición, puede provocar irritación de ojos, nariz y garganta, edema pulmonar, bronquitis, empeorar crisis asmáticas o aumentar la frecuencia de infecciones respiratorias, entre otros padecimientos.

El dióxido de azufre también puede provenir de actividades humanas, por el uso de carburantes fósiles con azufre, como el petróleo, pero también por las actividades industriales que requieren altas temperaturas. En la entidad, la refinería de Pemex en el municipio de Cadereyta, representa una fuente fija de riesgo.

De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 2005, que no han sido actualizadas, reducir la contaminación por partículas, O3, NO2 y SO2, puede reducir los decesos relacionados con la exposición al aire sucio en al menos un 15 por ciento.