Monterrey.- Las negociaciones comerciales entre los gobiernos de México y Estados Unidos deben privilegiar a los trabajadores de las armadoras de autos y manufactureras, solicitó el secretario estatal del Trabajo, Federico Rojas Veloquio.
"Que se suscite una buena renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), manteniendo los lazos comerciales por el bien de los países, atendiendo los puntos en común, pero privilegiando a quienes trabajan en las armadoras y manufactureras”, resaltó Rojas Veloquio.
Aunque calificó como una buena señal la apertura para el diálogo y el trabajo en conjunto, hizo también un llamado a actuar con prudencia, mientras se espera la materialización de las conversaciones entre Sheinbaum Pardo y Donald Trump.
El funcionario estatal señaló además que es necesario no afectar al recurso humano para evitar así perjudicar la producción de los bienes.
“Hay que tomarlo con prudencia y esperar a que esas conversaciones se materialicen, que ayuden a trabajar en las preocupaciones y piensen en no perjudicar al trabajador, ya que si suben los aranceles, se afecta la producción y se tienen que ajustar las plazas de los trabajadores”, detalló.
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Por su parte y sobre el mismo tema, David Rodríguez Calderón, rector del Colegio de Abogados de Nuevo León, destacó que es importante conocer las reglas de la OMC (Organización Mundial del Comercio) para no afectar las relaciones entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, que en el tema de aranceles acaban de vivir una lucha de desorganización, siendo el centro de atención Donald Trump.
“Por ejemplo, los países pueden establecer un acuerdo de libre comercio que se aplique únicamente a los productos objeto de comercio dentro del grupo y hacer discriminaciones con respecto a los productos de terceros países, esto afecta a los países implicados en la negociación y nuestro país, México, venimos arrastrando discriminación en varios rubros que afectarían a las empresas y a los trabajadores”, explicó Rodríguez Calderón.
El rector de la barra jurista más antigua en Nuevo León enfatizó que “las mercancías importadas y las producidas en el país deben recibir el mismo trato, al menos después de que las mercancías extranjeras hayan entrado en el mercado. Lo mismo debe ocurrir en el caso de los servicios extranjeros y los nacionales, y en el de las marcas de fábrica o de comercio, los derechos de autor y las patentes extranjeras y nacionales”.