Monterrey.- Con el objetivo de erradicar la violencia en la crianza, el Congreso de Nuevo León aprobó por unanimidad una reforma a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, impulsada por la diputada de Morena, Anylú Bendición Hernández.
Esta iniciativa prohíbe cualquier tipo de castigo físico o trato degradante hacia menores de edad en el estado.
La modificación busca transformar la manera en que se disciplina a las infancias, fomentando un modelo de crianza basado en el respeto, la dignidad y el bienestar integral.
"Durante años, se ha tolerado la disciplina violenta bajo la falsa creencia de que es necesaria para la formación de las y los menores. Con esta reforma, estamos dejando claro que ningún tipo de violencia es aceptable en la crianza de la niñez de Nuevo León", destacó la diputada Hernández.
La nueva legislación amplía el concepto de violencia infantil, incluyendo prácticas como golpes, pellizcos, quemaduras, intimidaciones y abandono emocional. Además, define el trato humillante como cualquier acción que cause dolor, molestia, amenaza o denigración a los menores.
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"No podemos permitir que los niños y niñas crezcan en un entorno de violencia. Esta reforma busca garantizar que el desarrollo infantil sea en un ambiente de amor, respeto y protección", agregó la legisladora.
Otro aspecto relevante de la reforma es la incorporación del término “crianza positiva”, el cual promueve el uso de métodos de cuidado y disciplina libres de violencia.
Asimismo, se fortalecerá el papel del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en la difusión y promoción de estrategias de educación basadas en el respeto y la participación de la infancia.
Para garantizar el cumplimiento de estas medidas, la diputada hizo un llamado a la ciudadanía, instituciones y organismos de derechos humanos para que colaboren en la implementación y difusión de esta reforma.
“Nada justifica la violencia, y en el caso de las niñas, niños y adolescentes, la mejor forma de guiarlos en la vida es a través del respeto y el amor”, concluyó Hernández.
Esta aprobación representa un avance en la protección de la infancia en Nuevo León, sentando un precedente en la lucha contra la violencia en la crianza y promoviendo entornos familiares más seguros y amorosos.