Monterrey.- Cada año, las partículas PM2.5 cobran la vida de 1,700 nuevoleoneses mediante siete padecimientos mortales: diabetes, cardiopatía isquémica, infecciones respiratorias inferiores, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad vascular cerebral, cáncer pulmonar y bronquial, y desórdenes neonatales.
Un análisis del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Monterrey (OCCAM) con datos del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud reveló este miércoles que hasta un 13 por ciento de las muertes en la entidad por diabetes y cardiopatía isquémica son, en el fondo, muertes por respirar aire contaminado.
De ahí, le siguen los fallecimientos por infecciones respiratorias inferiores, pues un 12 por ciento de los regios que pierden la vida por estas fueron expuestos de manera crónica a partículas finas, que acabaron depositándose en sus órganos vitales.
La mortalidad por enfermedad pulmonar obstructiva crónica y por enfermedad vascular cerebral atribuible al aire sucio, a nivel local, es del once y nueve por ciento, respectivamente.
La estadística estatal también incluye un nueve por ciento de muertes por cáncer de tráquea, bronquios y pulmón, así como un siete por ciento de muertes por desórdenes en el periodo neonatal, asociadas a la contaminación atmosférica.
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La organización ciudadana que encabeza Selene Martínez Guajardo señaló que el material particulado proviene principalmente de las empresas, los vehículos y la quema de combustibles fósiles.
“De acuerdo con el estudio de carga global de enfermedad, la contaminación del aire es el principal riesgo ambiental en el mundo.
“La Zona Metropolitana de Monterrey tiene un problema de contaminación atmosférica, principalmente por material particulado procedente de la quema de combustibles fósiles, por fuentes móviles o actividad industrial”, escribió el OCCAM.
De acuerdo con el último inventario de emisiones de la zona metropolitana de Monterrey, correspondiente al 2018, las industrias son responsables de un 57 por ciento de la contaminación por partículas PM2.5; los automotores, de un 34 por ciento; y el resto de las fuentes, de un nueve por ciento.
En 2024, el promedio en Nuevo León de concentración de partículas PM2.5 fue de 21 microgramos por metro cúbico, más de cuatro veces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que es de cinco.
El pasado 10 de febrero, el Congreso local aprobó enviar como propuesta a la Cámara de Diputados una reforma a la Ley General de Salud a fin de que, cuando un fallecimiento sea atribuible a la contaminación atmosférica, esto se incluya en el acta de defunción de la persona.