Monterrey.- Impulsadas por cambios en la economía nacional e internacional, algunas emblemáticas empresas regias han ido poco a poco desapareciendo, tanto en el terreno industrial como en la venta de muebles, línea blanca y electrodomésticos.
La industrialización ha tenido siempre en Nuevo León una sede clave, comenzando por el año 1900 cuando el sector acerero abrió la brecha.
En aquel año fue constituida la compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, que, a pesar de su trascendencia, no pudo sobrevivir a los conflictos internos y deudas que finalmente provocaron su quiebra en 1986.
Como Fundidora, otras empresas se han quedado en el camino como bajas inevitables de la evolución de los mercados.
Empresas como Hylsa e Imsa pasaron de ser regias en 2005 y 2007, respectivamente, y se integraron a Ternium, cuyo CEO, Máximo Vedoya, es hoy el líder de la Caintra, cámara que agrupa a los industriales regios.
Al respecto, el historiador Sergio González de León, integrante de la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística, advierte que estos movimientos obedecen a cambios de mentalidad en las familias y a una globalización mundial.
“Los empresarios de Monterrey han sido siempre muy audaces al negociar”, explicó, y apuntó también que el resultado de la transformación obedece a un cambio en la mentalidad de los nuevos capitanes de empresas, pues algunos deciden ya no continuar el legado de sus antecesores.
Para Jorge Moreno, catedrático de la Facultad de Economía de la UANL e investigador en Econometría Aplicada, el fenómeno de la transformación de las industrias regias ha sido una natural respuesta a las necesidades del mercado.
“No es que las empresas regiomontanas desaparezcan, sino que se transforman para adecuarse a las propias necesidades que el mercado regional como nacional empiezan a demandar... es un proceso natural por la apertura a mercados internacionales, la capacidad de explorar nuevos mercados y la dinámica interna del Área Metropolitana de Monterrey y la región”, opinó.
Ejemplo de ello son Femsa y la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, ya que ambas forman parte de este cambio de rumbo en las empresas locales.
El parteaguas para la cervecera local se oficializó en 2010, cuando transaccionan la firma mexicana por un 20 por ciento de la holandesa Heineken, y cuyas acciones en propiedad del grupo regio fueron recientemente anunciadas en venta.
En este caso, el especialista advierte que la empresa liderada por José Antonio Fernández apostó a una diversificación, en parte, empujada por la eficiencia que tienen en sus cadenas de servicio.
La evolución de las empresas también se vive desde el terreno educativo, donde las mismas universidades actualizan sus carreras y planes de estudio conforme a las necesidades que los diferentes sectores económicos locales e internacionales requieren.
Muebleros en picada
Aunque el eventual cese de Famsa suele estar fresco en la mente de los regiomontanos debido a malas decisiones económicas, como plantea Moreno, no ha sido la única empresa del giro que ha cerrado sus puertas.
En el pasado quedaron muebleras como Munsa y El Surtidor del Hogar; la primera, propiedad de Humberto Garza, quien también era dueño de Famsa.
El Surtidor del Hogar fue otra popular tienda que poco a poco desapareció del mapa comercial de las familias regiomontanas, pese a ser comprado por Villacero y migrado a Hogar y Más.
En el lado comercial, un sitio que ofertaba infinidad de productos a los regios era la cadena de tiendas Astra y Autodescuento, las cuales fueron vendidas a Grupo Gigante y posteriormente este comercializó a Grupo Soriana.