VOCES: Autos eléctricos, la solución ecológica que sí contamina

Estudios del Consejo Internacional de Transporte Limpio apuntan que los autos eléctricos producen alrededor de 8 kilos de CO2 por cada 100 kilómetros recorridos. Y esto sin contar lo que contaminan durante su fabricación

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El cambio climático ha exigido a países, instituciones, industrias, empresas y a la sociedad en su conjunto contribuir con el urgente abatimiento de la emisión de contaminantes que afectan la tierra, las aguas y el aire, y cuyo descuido ha generado una fuerte y agria respuesta de la naturaleza, que se ha revertido en contra de los propios agentes contaminadores. 

Por mi culpa
De acuerdo con la organización Oceana Protecting the World´s Oceans, actualmente se liberan más de 42,000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año, de los cuales 77% corresponde a dióxido de carbono (CO2), 14% lo representa el metano (CH4), 8% es óxido nitroso (N2O) y el resto, otros compuestos.

Y a pesar de que cada uno de nosotros busquemos con serio afán realizar sólo lo políticamente correcto en materia ecológica, una persona emite una media de más de 11 kilogramos de contaminantes por día. Y si este hecho agobia tus culpas, tal vez te sorprenda saber que en Estados Unidos lo que cada persona produce al día llega a 55 kilogramos de CO2.

Uno de los sectores con mayor responsabilidad en la contaminación atmosférica es la industria petrolera, cuyos principales 12 consorcios aportan 8,400 millones de toneladas anuales de las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta, como indica un informe elaborado por la agencia Thomson Reuters. 

Asimismo, se estima que el transporte de pasajeros y mercancías representa una cuarta parte del total de las emisiones, mientras la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) acepta que el 2% de ellas a escala global son atribuibles al tráfico aéreo.  

La grácil moda de contaminar
Mención especial merece la industria textil y de la moda. Un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) asegura que ésta produce más contaminación atmosférica y emisiones de carbono que la suma de todos los vuelos y transportes marítimos, al grado que es considerada la segunda más contaminante del mundo. 

Sus demandas incluyen 93,000 millones de metros cúbicos de agua cada año (suficientes para abastecer las necesidades de consumo de cinco millones de personas). Además esta industria libera en los océanos una cantidad de microfibra equivalente a tres millones de barriles de petróleo, genera más de 8% de los gases de efecto invernadero y produce el 20%  de las aguas residuales.

A ello se suma que cada segundo se entierra o quema en el mundo una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura. 
Por su parte, según el último informe de The Lancet, el sector agroalimentario produce un cuarto de las emisiones globales de gases de efecto invernadero; en particular, la producción de carne de ternera es la más contaminante.

Sirenas eléctricas
Investigaciones realizadas por científicos y expertos alrededor del orbe, han determinado que la principal causa del calentamiento global es el dióxido de carbono, particularmente el emitido por la combustión de combustibles fósiles por automóviles, instalaciones industriales y centrales eléctricas, como indica el Centre for Climate and Energy Solutions. De todas las emisiones del planeta, el 70% del total se produce al generar energía.

Visto lo anterior, hay quienes se han desatado del mástil y dejado hipnotizar por el canto de las sirenas eléctricas del transporte y la electromovilidad. 

Un estudio realizado por Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) apunta que los carros eléctricos (VE) producen alrededor de 8 kilogramos de CO2 por cada 100 kilómetros recorridos, menos que los híbridos enchufables (PHVE, 12 kilogramos), los híbridos (HVE, 16 kilogramos) y los automóviles a gasolina (ICE, 24 kilogramos). 

La mayoría de las emisiones asociadas con los automóviles eléctricos provienen de la etapa de fabricación, más altas que las de las otras líneas, al tiempo que se debe considerar que el 75% de la electricidad que utilizan proviene, inevitablemente por ahora, de fuentes fósiles.