Una de las 100 acciones que Claudia Sheinbaum planteó el 1 de octubre, al asumir las riendas del país como presidenta, comienza a tomar forma con el proyecto anunciado recientemente por la propia mandataria para que el país produzca sus propios vehículos eléctricos.
El compromiso es que México tenga un auto desarrollado y producido por mexicanos. Y ya está en el papel.
El 6 de enero, a manera de regalo de Reyes, Sheinbaum hizo oficial la creación de una armadora pública de autos eléctricos que llevaría el nombre de Olinia, que en náhuatl -la lengua de los Mexicas- significa “movimiento”.
Ese día, Roberto Capuano Tripp, quien fuera director general del Metrobús en la CDMX durante la administración de Sheinbaum y ahora es el encargado del proyecto de Desarrollo Sustentable del Edomex, Hidalgo y CDMX -del que Olinia forma parte- informó que la inversión inicial sería de $25 millones de pesos y que contaría con el apoyo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Tecnológico Nacional de México (TecNM).
Sin embargo, la inversión del proyecto oficial podría ser considerada modesta, ya que a decir de especialistas una armadora automotriz requiere cuando menos entre $500 y $1,000 millones de dólares, dependiendo de la capacidad de producción y el nivel de automatización.
Aun así, Capuano explicó que al ser mini autos, los componentes de los autos Olinia se fabricarán por separado y se mandarán a diferentes centros de ensamblaje a lo largo del país, por lo que la armadora no será una gran planta.
Se desarrollará una plataforma modular multipropósito para los tres tipos de automóvil que se fabricarán, lo que significa que el chasis, el motor, el tren motriz y la batería se desarrollarán una sola vez, y sobre esa plataforma irá la carrocería que hará la diferencia de cada modelo.
“No es una ocurrencia; la idea se ha evaluado con mucho cuidado y buscamos que sea rentable. Por ello es que se hará a través de una empresa público-privada para que el motivante de los inversionistas sea ganar dinero, cuyo principal accionista será el gobierno, y que a las instituciones educativas les genere regalías”, diría el funcionario en una entrevista radiofónica.
Así, a finales del sexenio se tendrán listos los tres modelos y su comercialización será mediante un esfuerzo compartido entre gobierno y empresas privadas.
Durante el anuncio se informó que los autos de Olinia tendrían un costo de entre los $90,000 y $150,000 pesos dependiendo del modelo.
Los especialistas refieren que actualmente el modelo más económico de vehículo eléctrico en México es el E-WAN Cross, de la armadora china SEV, con un precio cercano a los $300,000 pesos.
Por tanto, los vehículos mexicanos serían más bien tipo mototaxis o motocicletas.
Capuano reconoció que es un proyecto ambicioso y audaz, por lo que se está integrando un equipo de trabajo bajo el paraguas de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), a cargo de Rosaura Ruiz Gutiérrez, junto al IPN y el TecNM.
Obstáculos en el camino
Los expertos del sector automotor dicen que la viabilidad del proyecto Olinia será definida por factores como el costo de producción, es decir, la mano de obra y las baterías, siendo este último insumo uno de los más costosos para los vehículos eléctricos. Sin embargo, México podría reducirlo en la medida que aumente la demanda y se creen las economías de escala.
Otro punto relevante será, dicen, la inversión en infraestructura de recarga, pues a medida que existan más electrolineras, es decir, estaciones de recarga eléctrica para los autos, los consumidores se sentirán más confiados en adquirir uno.
Representantes de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), de la Electromovilidad Asociación (EMA), la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) y la Industria Nacional de Autopartes (INA) han dicho que Olinia es una excelente iniciativa y que impulsará la electromovilidad en el país, por lo que buscarán sumarse al gobierno para dar impulso a la estrategia.
Pero también advirtieron que a la par de desarrollar el proyecto, se debe contemplar la creación de un ecosistema que integre infraestructura, una mayor red de carga e incentivos para los fabricantes.
Datos de EMA revelan que al tercer trimestre del 2024 existían en el país 3,273 cargadores públicos para autos eléctricos, en tanto que las posiciones de recarga privada subieron a 39,642.
“Han crecido, sobre todo en las ciudades, y vamos avanzando conforme crece la industria, pero necesitamos reforzar la red de estaciones de recarga para que sean más accesibles, incluso para los viajes largos”, dijo Rodolfo Osorio, coordinador Nacional de Electromovilidad de la Secretaría de Economía, el año pasado en un evento organizado por la revista Mundo Ejecutivo.
Otro aspecto relevante será la comunicación que el gobierno tenga con la industria, pues al producir un vehículo completamente en México será importante la colaboración de proveedores locales para piezas y componentes específicos a fin de reducir aún más los costos y tener la oportunidad de ofrecer los vehículos en el nivel de precio comprometido, es decir, entre los $90,000 y $150,000 pesos.
Un arranque con tres variantes
Olinia proyecta lanzar tres mini modelos -uno para uso personal, otro de transporte y uno más de reparto de última milla- hacia finales del sexenio, y serán unidades que fácilmente sustituirían a las motocicletas y mototaxis, aunque al momento se desconoce cuál será el primero.
Lo que sí ya se confirmó es que Olinia se armará en Puebla, presumiblemente en la zona de Ciudad Modelo, en el municipio de San José Chiapa, donde está también la armadora Audi.
El Instituto Tecnológico de Puebla (ITP), a través de un grupo de ingenieras e ingenieros, serán el responsable de diseñar la plataforma del primer vehículo, es decir, el chasis, su geometría, computadora y la parte eléctrica. Otros campus en Celaya realizarían el bosquejo de las baterías, mientras en Morelia se elaborará la carrocería, en Chiapas la transmisión y en Tamaulipas todo lo referente a la normatividad.
Las perspectivas son ambiciosas, pues el gobierno espera que en tan solo año y medio se tenga listo el primer modelo de su mini auto.
Capuano dijo que “la idea es llegar al partido inaugural del Mundial de futbol en el estadio Azteca en un Olinia”. ¿Será?
Por lo pronto la maquinaria operativa del gobierno federal se ha puesto en marcha para sembrar la semilla en México de un auto eléctrico de marca propia, que en un futuro pueda llegar a gravitar en el creciente mercado global de la electromovilidad.