Estaba comiendo ayer en un restaurante por rumbos de la Carretera Nacional, cuando de pronto vi pasar a Javier Aguirre y me acordé de cómo muchos ya lo quieren… pero fuera de los Rayados.
En parte mis compadres tienen razón, porque es increíble ver a un equipo con la nómina de los Rayados pidiendo la hora ante el sotanero Xolos y ante las Chivas, que venían con mala racha.
Además, las excusas de Javier Aguirre rayan en lo infantil, cuando dice que no tienen un plantel vasto y que, los que están, juegan cansados ante tanta actividad.
Perdón mi “Vasco”, pero en la misma situación están el América y los Tigres y no están sacando ese tipo de excusas. Imagínese, con ese tipo de excusas, entonces ¿qué le deja a entrenadores de equipos como Puebla, Mazatlán, Pumas y Querétaro? Es más, que no se vaya lejos, ni Ricardo Ferretti ha sacado ese tipo de excusas y mire que sí tiene barras que poner.
Pero más allá de todas las críticas, que sí son comprensibles, también está una realidad aplastante: Monterrey es sexto lugar general, está a un punto de los “ofensivos” Tigres de Miguel Herrera, a tres puntos del segundo lugar general, que es el León, por lo que parece que todos miran el vaso medio vacío, cuando lo pueden ver desde la otra perspectiva, el de medio lleno.
Rayados, más allá de las críticas, es uno de los tres invictos del torneo, tiene a la quinta ofensiva de la Liga MX con 10 tantos anotados y a la cuarta mejor defensa con seis goles permitidos.
Ocupa la sexta posición general y están a un punto de ir directo a la Liguilla. Si Monterrey aprieta el paso, pronto, muy pronto podría estar callando críticas. Eso debe ver la directiva albiazul, que ha sido paciente en este arranque de torneo.
¿Y Andrada?
El que aún no ha demostrado todavía que vale lo que costó es Esteban Andrada.
Es cierto que el argentino por momentos ha sacado buenos disparos y se ha hecho notar, pero también lo es que le cuestan los balones por aire y muchos le achacan el segundo tanto ante Tijuana, y ni qué decir del penal ante Cruz Azul.
Andrada no ha demostrado en este corto tiempo que es mejor que Hugo González, aunque la raza no le tira porque va llegando y quizá, hasta por ser argentino.
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