Las ocurrencias son ideas repentinas que pueden funcionar en la toma de decisiones no importantes pero nunca como eje central de políticas públicas ni determinaciones exitosas.
No responden a un análisis detallado ni mucho menos estratégico son ideas al aire para resolver situaciones imprevistas y sin trascendencia.
La primera y más desastrosa de las ocurrencias fue cancelar el aeropuerto de Texcoco y sustituirlo por el Felipe Ángeles. Resultó más caro, su costo superó en un 100 por ciento. Sin contar que el espacio aéreo está comprometido y es inviable lo que implica el riesgo de fatalidades.
A tres años de esa decisión, el camino parece largo y costoso. Trasladarse de un aeropuerto a otro toma más de 2 horas y cuesta más de 1500 pesos.
Las ocurrencias han sido fuente en la toma de decisiones del Gobierno federal, sin importar la magnitud del problema a resolver. Hemos sido testigos de un gobierno repleto de ocurrencias que han agravado los problemas. Tal es el caso del Seguro Popular sustituido por el Insabi sin pies ni cabeza.
Pretendían acabar con la corrupción en la compra de medicamentos y ampliar la cobertura de servicios de salud. El resultado es desastroso con más de 10 millones de mexicanos que perdieron la cobertura, lo mismo sucedió en el caso de las medicinas, miles de niños y adultos han muerto por no recibir oportunamente sus tratamientos.
La pandemia fue encargada al peor de todos, al Dr. Muerte quien ha despreciado la evidencia científica para sostener el discurso presidencial en contra del uso del cubrebocas y resaltar esa protección antiviral de que goza su jefe derivada de su fuerza moral.
Hoy tenemos más de 300 mil muertes y una cifra desconocida de quienes padecerán secuelas de por vida. 100 mil muertos violentamente es el resultado de los abrazos y no balazos.
El índice del bienestar como sustituto del PIB ha traído su decrecimiento como en épocas de guerra. Cavar para extraer petróleo no resultó tan sencillo con PEMEX en quiebra técnica.
La rifa del avión presidencial y las narco casas tampoco fueron buenas ocurrencias solo trajeron pérdidas y desprestigio a Lotenal. Desafortunadamente todo lo anterior evidencia la falta de conocimiento y planeación de políticas públicas, el resultado es previsible solo es cuestión de tiempo.
Los problemas se harán insostenibles y la estrategia presidencial se radicalizará. A su lado permanecerán solo quienes lo aplaudan y en su contra estarán quienes lo señalen, no importa si de por medio está la democracia.
Perseguir y dividir serán una premisa para retener el poder. Exigir disculpas a un país que no existía por la conquista de otro que tampoco existía, otra ocurrencia que nos avergüenza. A pesar de todo que Viva México¡.