Hace poco más de un año rindió protesta como gobernador de Nuevo León Samuel Alejandro García Sepúlveda, en la elección de 2021 la ciudadanía le dio el voto para encabezar el Poder Ejecutivo y a otras distintas fuerzas políticas para que integráramos el Poder Legislativo.
Desde los inicios de la 76 Legislatura, aprobamos una nueva Ley Orgánica de la Administración Pública para el Estado de Nuevo León y el presupuesto a ejercer el presente año de acuerdo a la petición del entonces recién Gobernador electo.
En un afán democrático, recientemente atendimos la reforma integral a la Constitución Política del Estado de Nuevo León, con lo cual demostramos que no hemos escatimado en apoyarlo ni hemos sido obstáculo para que cumpla con sus objetivos en beneficio de Nuevo León.
El mandato popular nos ha llevado a acompañar los esfuerzos del Gobierno cuando han sido dirigidos a beneficiar a los neoleoneses, pero también hemos censurado prácticas antidemocráticas como el manoseo partidista de funcionarios de elección popular por intereses ajenos a los de la ciudadanía que les otorgó el voto postulados por otra plataforma política.
Se han recibido embates en contra de algunos integrantes de la Legislatura, lo cual ha provocado graves roces que hemos sabido superar gracias al buen oficio político pero, sobre todo, al amor a Nuevo León de quienes integramos el Congreso del Estado.
Como presidente del Congreso tengo la obligación de hacer valer la integridad de este órgano plural, del diálogo, del debate, del disenso político.
Que nunca más en Nuevo León el disentir, el ejercicio de las responsabilidades legislativas, el ser un contrapeso al Ejecutivo, traiga como consecuencia un ataque al mismo, porque la división de poderes es fundamental en la democracia.
Estos doce meses nos han demostrado que tenemos diferencias de pensamiento, de ideología, pero que todos somos neoleoneses, que eso nos une, y que cuando hay diálogo, cuando se respeta la palabra, Nuevo León es el que gana.
Le hago saber al gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda que cuenta con un Congreso del Estado en el que puede confiar, y ya le hemos demostrado que le abona más a Nuevo León el disenso leal que la sumisión apóstata.
Sigamos trabajando juntos por el bien de Nuevo León, por las ciudadanas y ciudadanos que nos dieron a cada quien un espacio en una trinchera para servirles. Inicia un segundo año con nuevos retos.