La Silla Vacía

Escrito en OPINIÓN el

Amenos de dos años de la elección para elegir al siguiente Presidente de México, hoy tenemos ya una silla vacía. Andrés Manuel López Obrador no solo abdicó a su obligación de Jefe de Estado para seguir de líder de Morena, sino que ahora es el relojero que adelanta los tiempos electorales para destapar, un día sí y el otro también, a como él indignamente las llama sus “corcholatas”.

“La Mañanera” ya no solo sirve para inhibir y amenazar, también funge como “reality show” de destapados y destapadas.

Atrás quedó la astucia presidencial de pedir calma a los adelantados que se comían las uñas con sus aspiraciones, ahora es el propio jefe del Ejecutivo federal quien desde Palacio Nacional exhibe listas de aspirantes del partido que él maneja (Morena) y ahora de todos los partidos y de la sociedad civil.

El afán por crear un forzado clima electoral se da al mismo tiempo que el país rompe récord de violencia y grupos del crimen organizado toman y se disputan poblaciones a lo largo y ancho del país.

Mientras, el Presidente aplica una contradictoria política de “abrazos, no balazos”, combinada con una militarización que tampoco ofrece soluciones, en un escenario en el que las policías estatales y municipales -las más próximas a los ciudadanos- son debilitadas por el recorte de recursos y las fuerzas federales no crecen en número, pero sí en atribuciones como la construcción de trenes y aeropuertos.

La procrastinación presidencial difiere la solución de los grandes problemas que afectan al país para intentar distraer con politiquerías absurdas.

¿De verdad cree el Presidente que las y los mexicanos están pensando en quiénes serán las o los candidatos a sucederlo en el 2024? ¿Entre su séquito de aduladores no habrá nadie que le diga que de lo que la gente habla es de una creciente inflación que reduce drásticamente el poder adquisitivo?

Hoy, la precarización laboral hace imposible para las y los jóvenes construir un patrimonio, porque apenas alcanza para el diario.

¿Qué podemos esperar de un Presidente que ya no escucha ni la sabiduría de Elena Poniatowska, quien fuera su aliada y hoy le pide abrirse a la crítica y aceptar los errores?

La respuesta que hoy buscan las y los mexicanos no son quiénes serán los aspirantes a la silla presidencial en el 2024, porque entonces ningún programa social alcanzará para abatir la desigualdad.

La silla presidencial está vacía porque quien la debió ocupar no quiso hacerlo y hoy ya anda en campaña adelantada.

Nota: La opinión de los columnistas es responsabilidad exclusiva de los mismos.