La crisis hídrica por la que hemos atravesado en Nuevo León, y en particular en el área metropolitana de Monterrey, nos hace pensar en la necesidad de reutilizar el agua para satisfacer algunas de las necesidades industriales, comerciales e incluso domésticas.
Es necesario usar agua de reuso, el agua no potable, para los servicios sanitarios, riego de jardines, enfriamiento de equipos, lavar vehículos, actividades de limpieza, construcción, entre otros usos.
Desde hace 22 años Agua y Drenaje de Monterrey cuenta con las facultades legales, para la distribución de agua tratada y existe una red de distribución que por ahora se destina a fines de uso industrial y riego de áreas verdes.
En Nuevo León operan 39 plantas tratadoras y 17 lagunas almacenadoras de aguas residuales, que tienen una capacidad instalada para generar hasta 16 mil 162 litros por segundo de aguas tratadas.
Es importante que exista una identificación de las tuberías que conducen el agua tratada, para facilitar su uso en las actividades que es destinada, como es el riego, actividades industriales y comerciales, como ya ocurre en estados como Baja California y Guanajuato, en donde ya existen kilómetros de este tipo de tuberías planamente identificadas.
Dentro de los códigos de colores para el uso de las tuberías, el morado es el color que distingue a las tuberías que distribuyen agua de reuso, agua no potable, lo cual evita confusiones.
En mi desempeño como diputado local, recientemente presenté una iniciativa de reforma a la Ley de Agua Potable y Saneamiento del Estado de Nuevo León, para establecer la obligación de distinguir las líneas de conducción por la que fluye agua no potable o tratada, con tuberías moradas, color que es reconocido para este fin.
Hasta ahora es común que en los parques públicos o privados se coloquen letreros advirtiendo que el agua de esa llave no es potable, que no es apta para el consumo humano.
Se debe de adoptar este código de colores para las tuberías, como ya lo hacen en los estados de Guanajuato y Baja California, para distinguirlas del resto de las tuberías por donde fluye el agua potable.
De esta manera estaríamos dando un paso importante en Nuevo León al reusar el agua tratada, el agua no potable, para satisfacer las necesidades de la industria y comercio y algunas actividades domésticas que se distribuya a través de las tuberías moradas.