¿A quién quieren engañar?

Escrito en OPINIÓN el

¿A quién quieren engañar?

Diputados locales del PRI y el PAN se rasgan las vestiduras exigiendo respeto a su autonomía y que no los amedrenten con el tema de la selección del Fiscal general, porque aseguran representar a la ciudadanía.

Dicen Los Infiltrados que más bien actúan como representantes de dos ciudadanos: Adrián de la Garza y Rodrigo Medina, pues operaron para armar un proceso que autoridades y organismos civiles han considerado viciado de origen.

Unos cuantos ejemplos de las anomalías es que se eliminaron candados para elegir a los integrantes del comité de selección, se permitió al presidente de este comité violentar el proceso al lanzar la convocatoria y luego al hacer públicas las preguntas, además de seleccionar sólo a personas afines al priista Adrián de la Garza.

Unidos ¿a cambio de qué?

Diputados federales del PRI y del PAN unieron fuerzas en el Congreso de la Unión para acusar al gobernador Samuel García de extorsionar a los alcaldes emanados de sus partidos, y desde la tribuna mostraron pancartas donde señalaban “No al chantaje”.

Dicen Los Infiltrados que esta exhibición de unidad albiazul y tricolor es parte de un acuerdo para debilitar políticamente a las figuras más destacadas de Movimiento Ciudadano en la política del país, con miras a las elecciones del 2024.

Mientras son peras o manzanas (o naranjas en este caso), el agarrón entre el PRIAN y MC ya escaló a nivel nacional y no se ve cómo podrá resolverse.

Tiempo de revancha

Tiempo de revancha es el título en español de una peli que protagoniza Mel Gibson, pero le queda muy bien a la realidad que hoy vive el Estado a causa de las disputas políticas entre el PRIAN-MOR y MC.

Cuento corto: primero vino la maniobra para imponer a Adrián de la Garza en la Fiscalía; luego, la “expropiación” del SAT y, tras conocerse la retención de participaciones a los municipios priistas, el anuncio de que se promovería un juicio político contra el Secretario General de Gobierno, Javier Navarro.

Dicen los infiltrados que el asunto creció a tal grado que ya inició una “poda” para sacar de las dependencias estatales a personal identificado o cercano a otros partidos. Ayer, dicen, varios empleados de la Secretaría de Gobierno fueron despedidos. No puede ser casualidad.