Gran Domingo

Créditos: Especial
Escrito en OPINIÓN el

Quienes vivimos de cerca el pasado domingo 13 de noviembre, convencidos estamos de que las cosas pueden cambiar. Muchas sorpresas se llevaron quienes esperaban lo contrario. El resultado superó las expectativas de los organizadores y también las de los detractores.

Quedó claro que el mejor aliado para la convocatoria fue el presidente. En la semana previa la expectativa era menor, los interesados no eran tantos, sin embargo desde la mañanera se encargó de alentarnos, de convocarnos, se dio el efecto contrario al que esperaban en palacio nacional.

Hipócritas, conservadores y hasta strippers además de una larga lista de insultos ya bien conocidos fueron el combustible que faltaba. Se equivocaron en la estrategia y eso responde a un mal diagnóstico apoyado en “sus datos”. Esos mismos datos que contaron a no más de cincuenta mil participantes en todo el país cuando quienes fuimos sabemos que la cifra real supero por 15 o 20 veces a “sus datos”.

Huele a descontrol en los cuarteles nacionales, se advierte una fuerza que empieza a mermar. El que se enoja pierde y también toma malas decisiones. La anticipación con que el presidente decidió abrir su juego para el 2024 fue muy riesgosa. Las divisiones hacia el interior de MORENA son cada día más notables. Las corcholatas están incontrolables por agradar al refresquero, dispuestas a todo, hasta a el canibalismo y todavía falta mucho tiempo.

La sociedad civil unida es más poderosa que los partidos políticos, fue una marcha convocada desde la sociedad a la que se tuvieron que unir los partidos de oposición y no al revés como suele suceder. Esto denota que si los partidos quieren jugar necesitan de la aprobación de la sociedad civil y no al revés.

No más traiciones ni decisiones en lo obscurito. Ya el PRI dijo que la reforma electoral no pasará. Las reglas del juego cambiaron el domingo antepasado.

El INE fue el pretexto social para que cientos de miles en todo el país salieran a hacer catarsis pública de su repudio a la 4t. El mismo día y a la misma hora en todo México marcharon ciudadanos para reiterarle al presidente que NO están con él, que rechazan abiertamente su política de dividir a los mexicanos a través de un discurso de odio y descalificación para quienes piensan distinto.

Una marcha blanca en todos los sentidos, sin acarreados y sin violencia e insultos. Ni frutsis ni tortas, tampoco destrucciones e incendios, fallaron los provocadores.

Felicidades a todos los que marcharon. Decidieron hacer la diferencia entre decir y actuar, entre creer y pensar, de la crítica destructiva a la constructiva. Un gran domingo después del deber cumplido aún y cuando sea día de descanso.

Algunos seguirán molestos porque seguramente de hoy en adelante habrá muchos domingos más como el antepasado. México es de todos.