Una de las cosas que me llenan de satisfacción al pertenecer a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción es la labor social que los afiliados realizan en beneficio de la población más vulnerable, a favor del empleo o en resguardo a la seguridad.
Este cometido se logra a través de diferentes programas en los que participamos de distintas maneras quienes integramos la CMIC.
Los que desarrollan obra pública, por ejemplo, destinan un porcentaje de lo que facturan a apoyar la labor que el DIF estatal y los Municipios realizan.
Es un orgullo para nosotros construir infraestructura para que la gente del Estado cuente con mejores áreas hospitalarias, para hacer deporte o divertirse, y para que tenga vialidades que le permitan emplear menor tiempo en traslados.
Como constructores sabemos que cada obra de infraestructura significa mejorar la calidad de vida de las familias de Nuevo León, pero cuando trabajas por los niños en una institución como Capullos, por ejemplo, eso sin duda nos llena de alegría.
Estoy a días de concluir los tres años durante los que me tocó representar a los constructores de CMIC, por lo que aprovecho para agradecer a estas empresas que han permitido continuar una labor que hemos desarrollado por más de seis décadas.
Tengan la certeza que esta labor seguirá por muchas más y que seguramente se incrementará, seguiremos apoyando a jefas de familia que quieran capacitarse para trabajar en el sector, a jóvenes que buscan más habilidades en construcción y a las instituciones que apoyan a la población más vulnerable de Nuevo León.
Es un compromiso que cumplimos con orgullo y determinación.