Oposición Responsable
En todo Estado con un sistema democrático de partidos, como es el caso de México, la oposición existe porque siempre habrá una organización política que no ostente el poder y difiera de la idea de gobierno, las políticas y programas que éstos promueven. Más aún, en el ideal, los partidos políticos tienen visiones y principios distintos, porque representan a la heterogeneidad poblacional que existe en el país.
Esto es sano porque garantiza contrapesos que evitan la concentración del poder y que éste ignore a las y los ciudadanos que no comparten su visión de Gobierno. En ese sentido, los contrapesos son esenciales para que una democracia funcione y por eso existen en la división de poderes en los partidos políticos, en los medios de comunicación y en la sociedad civil organizada.
Pero en Nuevo León, la oposición es casi inexistente. Los activistas locales fueron integrados al Gobierno Estatal y los partidos de oposición han negociado con el gobierno del “nuevo Nuevo León” presupuesto y puestos políticos.
En el Congreso, se ha conformado una alianza que se conoce como el McPRIAN; los tres partidos con mayor representación que votan juntos ratificaciones de secretarios con pocos resultados, aumento al impuesto predial y huyen al debate.
A quienes cuestionamos, dentro y fuera del Congreso, se nos tacha de oportunistas y de querer sacar “raja política” de los temas espinosos del Estado. Parece que quienes ahora gobiernan han olvidado que ser oposición, dentro de todo Estado democrático sano, es justo señalar lo que no está bien y debe cambiar.
Eso no quiere decir que no reconozcamos y aplaudamos las decisiones correctas de este gobierno. Como diputado, pero sobre todo como ciudadano, lo he hecho una y otra vez: he aplaudido que se hayan involucrado perfiles técnicos intachables al Gabinete Estatal, he aplaudido que se denuncien los actos de corrupción y he reconocido que se impulse una reactivación económica sostenible.
Desafortunadamente, aquí en Nuevo León, ante los señalamientos que hacemos desde MORENA, incómodos para el McPRIAN en el Congreso, se opta por boicotear nuestra agenda legislativa, no importa que tan necesarias e importantes sean.
Pese a que ser oposición responsable en el “nuevo Nuevo León” no es sencillo, es necesario para que nuestro estado sea una democracia sana. Por eso, en el Congreso y fuera de él, seguiré trabajando, señalando, pero sobre todo atendiendo a la ciudadanía.