Nombrarles para Buscarles

Escrito en OPINIÓN el

El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), actualmente numera 99,216 Personas de quienes desconocemos su paradero, sin embargo, este registro no nos permite conocer lo más importante: Sus Nombres.

¿Cómo buscar a una Persona sin conocer su nombre, características, vestimenta y datos que nos indican quién es?

El principal argumento de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) para no hacer públicos estos datos es una afirmación generalizada, donde aduce que las familias temen por su seguridad, forzándolas a presentar un escrito para difundir los datos de su familiar.

Esta afirmación sólo fomenta el temor que a muchas familias les ha costado vencer y complejiza poder difundir la información para la búsqueda ¿Por qué la CNB no hizo un escrito para esos casos que le señalaron no hacer públicos sus datos y optó por ocultar arbitrariamente la información de todos los registros?

Los datos de las Personas Desaparecidas ya eran públicos, pero a partir de 2020 el RNPDNO tuvo un retroceso en contra de la lucha de las familias de Personas Desaparecidas, quienes, desde hace más de una década, han hecho todo por visibilizar los nombres, los rostros y las historias de sus familiares desaparecidos, con el objetivo de que sean buscados, de sensibilizar a la sociedad y para que no queden en el olvido.

Porque el único objetivo es encontrarles y como lo han dicho las madres de FUNDENL “el amor siempre podrá más que el miedo”.

En una consulta que realizamos FUNDENL con la CNB, el registro de Roy Rivera Hidalgo estaba duplicado y sólo contaba con cinco datos, de los cuales dos estaban incorrectos. Este es un ejemplo de porque el RNPDNO debe tener un formato de datos abiertos con su respectiva metodología.

La transparencia contribuiría para la construcción de un registro confiable y para el derecho a la verdad de las víctimas y de la sociedad.

Ante el incremento de la violencia en México desde 2006, la criminalización de las víctimas y las declaraciones de las autoridades que les llaman “daños colaterales”; las familias de las víctimas han tenido que salir a exigir justicia para sus seres queridos y visibilizar esta tragedia humanitaria, porque como lo han expresado en una de sus consignas “No son cifras, tienen Nombre”.

Lo que no se nombra no existe ¿en que beneficia que no conozcamos los nombres de quienes buscamos? ¿a quién le conviene reducir a las Personas Desaparecidas a sólo cifras?

Les nombramos porque les amamos, para buscarles, para hacerles presentes y para no olvidar.

¿Dónde Están?