El Potencial Robo Digital de tu Persona
Seguro todos hemos visto algún video de alguna celebridad o cualquier persona común y corriente que se digitaliza a través de Inteligencia Artificial (IA) para salir moviendo la boca o bailando cuando en realidad no lo ha hecho. A esto se le llama Deepfake. Incluye reconocimiento facial, de movimientos y que puede recrear contenido multimedia con un grado de realismo que muy pronto no habrá manera de saber si lo que estamos viendo es real o no.
Hoy en día, a través de aplicaciones al alcance de cualquiera, como Wombo (que sirve para poner a “cantar” a cualquier persona cuyas imágenes o videos ronden en Internet); ó Faceapp, (para reconocimiento facial y modificaciones digitales de rostros); o bien, Vocodes (que imita la voz de políticos y famosos para que digan las frases que se les ordene), entre otras, nos encontramos en una época de la “revolución de la inteligencia artificial”.
La IA, como todas las tecnologías, constituyen la esperanza de generar altas eficiencias, así como la solución de muchos problemas a los que los humanos nos enfrentamos, sin embargo, de igual manera, representan una amenaza latente y cada vez más poderosa; más aún sabiendo la cantidad de horas al día que niños, jóvenes y adultos consumimos contenido multimedia.
Esta inteligencia podría no resultar tan “inteligente” si cae en manos perversas, ya que, de forma natural, se -pinta sola- para convertirse en la más poderosa herramienta para el robo (o suplantación) de identidad.
Consecuentemente, podríamos ver a políticos a decir cosas que nunca han dicho así como vulnerar la integridad de alguna mujer al incluirla en el reparto de una película pornográfica.
Cuando menos conllevaría a potenciar las fake news, a crear contenidos intuitivos de modelos de lenguaje que cada vez más deshumanicen la realidad y finalmente que todo esto tenga una trascendencia penal al transgredir la normatividad y las garantías personales.
¿Qué hacer al respecto?
1. Primeramente, debemos tener conciencia de esto; tener información a la mano que nos mantenga alertas de que el contenido puede ser o no real para que no trascienda en los individuos y menos en las masas. Por consiguiente, compartir esta información para que todos la tengamos.
2. Muy pronto deberán crearse, también echando mano de tecnología de punta: filtros, certificaciones, implementos biométricos individuales y sistemas de seguridad que distingan en tiempo real para el consumidor, los contenidos fake (o falsos), de los reales.
3. Legislar y crear entidades de gobierno que tengan alcance a la innovación tecnológica. (Secretarías o Ministerios de innovación y tecnología).
4. Crear un sistema de identidades digitales verificables centralizadas.
5. Incluir dentro del programa analítico nacional de la Secretaría de Educación las materias que traten el tema de innovación y tecnologías de la información desde la primaria baja.