Celebrar los 426 años de nuestra bellísima Ciudad de Monterrey nos traslada a la grandeza de su gente, que transformó al desierto en tierra de oportunidades, al orgullo de lo bien hecho, al temple, al espíritu y a la fuerza de los que no se rinden ante la adversidad.
Como bien dijo el Gobernador Samuel García en el Grito de Independencia el pasado 15 de septiembre, tras dos años sin evento cívico por la contingencia sanitaria, "a los nuevoleoneses no hay crisis, pandemia o sequía que nos venza".
Pero Monterrey no es sólo la capital industrial y el motor económico de México, es también, como decía Alfonso Reyes, un vivero de buenos mexicanos, una cantera de talento que florece en todos los ámbitos y rincones de este País y del mundo.
Más allá de colores o ideologías, los regiomontanos también hemos sabido tender puentes y ser solidarios con quienes lo necesitan, mirar lo que nos une por encima de nuestras diferencias, creemos en la educación y en el poder transformador de los jóvenes y las mujeres.
Es momento de honrar nuestro pasado y agradecer a quienes forjaron esta tierra, pero también de mirar hacia adelante, participar y construir el futuro que queremos para nuestras hijas e hijos.
Cada uno desde su trinchera no puede ni debe dejar pasar la oportunidad de ser mejor que ayer, de ayudar, de luchar por un Nuevo León más justo, con estricto respeto a los derechos humanos y con las mismas oportunidades para todas y todos.
Nuestro compromiso es hacer política que sirva a la gente, poner a los ciudadanos al centro de las decisiones y que cada vez más mujeres y hombres libres puedan servir a su Ciudad, a su Estado y a su País desde la vida pública.
Hoy gracias a la participación de las regiomontanas y regiomontanos Monterrey cuenta con un Gobierno de primera, encabezado por el Alcalde Luis Donaldo Colosio Riojas, quien trabaja por una ciudad próspera y en paz, para disfrutar con nuestras hijas e hijos, que está construyendo un servicio público profesional muy cercano a los habitantes de nuestra ciudad capital.
Monterrey y Nuevo León merecen política a la altura de su gente, es tiempo de sumar, de asumir el compromiso que tenemos como habitantes de esta gran Ciudad, de cerrar filas y luchar con pasión por lo que amamos y nos mueve.
Sigamos juntas y juntos construyendo la Ciudad que merecemos. ¡Viva Monterrey! ¡Viva Nuevo León! ¡Viva México!