La frase de moda apunta a que las mujeres ahora facturan. Y sí, eso es lo que hemos atestiguado en días recientes en el mundo del social commerce donde cada vez más emprendedoras se abren paso para incrementar sus ganancias y lograr la deseada independencia financiera.
El social commerce es una técnica comercial que se basa en la venta directa de productos a través de las redes sociales y que tiene por objetivo lograr la conversión en las mismas plataformas de social media.
Una oportunidad enorme, tanto para marcas como microemprendedores, si consideramos que en el mundo hay 4.62 mil millones de personas activas compartiendo información en sitios como Facebook, Instagram, Whatsapp y YouTube, según datos del Informe Global Sobre el Entorno Digital 2022 creado por Hootsuite y We Are Social.
De esta cantidad de personas gestionando sus propias redes sociales, el 46.1% es público femenino. Mujeres que han visto en el social commerce la anhelada oportunidad de aprovechar sus dotes como microemprendedoras. Las cifras acompañan este optimismo: de acuerdo con el Global Entrepreneurship Report (GEM) el emprendimiento liderado por las latinas encontró en el comercio social un camino para incrementar sus ganancias.
Para estas emprendedoras, plataformas como WAO! representan un potente impulso en la expansión de sus negocios y la adaptación al mundo digital. Les permiten pasar de un chat de WhatsApp a la integración de canales con herramientas financieras apropiadas, capacitación, recursos automatizados de optimización de pagos y servicio de logística.
Hasta ahora, las marcas y los minoristas realizaban actividades de comercio electrónico únicamente a través de los medios convencionales. Pero, el comercio social ha abierto nuevas oportunidades que ayudan a los compradores a tener una vía más rápida y eficaz para la experiencia de compra instantánea.
Desde WAO! hemos observado que el comercio que se realiza a través de las redes sociales crea una experiencia de compra donde el sentimiento de confianza es un extra que motiva a los usuarios a comprar directamente productos que son compartidos por sus amigos y seguidores.
Durante la pandemia en México vimos cómo surgieron las “nenis”, mujeres que tras perder sus empleos por la crisis sanitaria que se vivía esos días, comenzaron a vender sus productos a través de redes sociales como Instagram y Facebook con una gran visibilidad. Eran micro emprendedoras que encontraron en su entorno de amigas y seguidoras un círculo de venta asegurado.
La expansión de las redes sociales, con sus posibilidades de compartir en línea las opiniones de los consumidores sobre productos, ha desplazado el centro del poder en los mercados hacia los consumidores. Por otro lado, a las empresas les resulta más fácil generar confianza mediante estas tecnologías digitales que son transparentes.
Para las mujeres, las relaciones interpersonales que ofrecen las redes sociales son un terreno fértil para crear, de forma espontánea marketing electrónico “boca a boca” y de confianza. En el caso de las nenis mexicanas lo vimos: mujeres que compartían sus impresiones o reseñas de los productos a otros miembros y que contribuyeron a crear una comunidad.
Desde WAO! precisamente es lo que nos planteamos: formar comunidades cuyo círculo virtuoso sea la confianza y que a la vez le ofrezca a las mujeres la posibilidad de lograr la independencia financiera.