Con qué cara...
Estaba leyendo por ahí que un guardameta que es ídolo todavía en el americanismo y ahora se dedica a la trata de personas con tachones, es decir, es representante de jugadores, o sea, él hace los tratos cuando los compra o los vende, critica fuertemente a un jugador.
Aquel es argentino, de apellido Zelada, y éste es mexicano. Aquel ostenta entre sus récords envidiables tres títulos de la liga azteca en 83-84, 84-85 y un torneo mocho que se llamó Prode 85, o algo así; el otro, el criticado, ha estado en cinco copas del mundo.
O sea... ¿con qué cara?
Puede tener razón, en los señalamientos, pero hay códigos de vestidor (sobre todo si ambos fueron americanistas) que deben guardárselos en lo más recóndito de su corazón.
Otro tipo, también guardameta como el primero, lo critica fuertemente.
Este otro es mexicano, americanista también, y también mundialista. Como arquero era bueno. Muy bueno. Como comentarista, pésimo. Como persona, una basurita.
Un cronista, igual de imbécil que él, lo bautizó como San Osvaldo.Y el otro se cree santo.
En algún momento, en plena trasmisión, vio que el portero hacía tiempo haciéndose el lesionado, picudeando, "canchereando" dicen los argentinos que inventan palabras cuando el léxico y el cerebro no les da, y Sánchez, el porrista con micrófono de Chivas y América presumió que eso se lo había enseñado al tramposo "un tal San Osvaldo". O sea, el pendejo de verdad se cree santo.
Y éste que está criticando al actual arquero de la Selección, hoy, afirma que en su momento tuvo varias ofertas del fútbol europeo, pero dice que las rechazó porque le pagaban más acá en México.
Hace muchos ayeres, en un análisis para Señor Fútbol, de un HombreXHombre del equipo mexicano que asistiría a Alemania 2006, dije que al tercer arquero del Tri le faltaban dos kilogramos de músculo y aprender a dejar la línea de pintura blanca. Que su físico no le daba la confianza para salir a arrollar rivales y compañeros en el juego aéreo... porque le faltaba además músculo y arrojo, técnica y mucho trabajo en sus salidas.
Bueno, pues esa crítica hoy, luego de casi 20 años en activo, sigue estando vigente.
El punto no es ése.
Nadie se atrevió a ponerlo en la banca, porque en la línea de gol es una pantera, pero también creo que es medio arquero si no tiene la intuición para detener un penal (excepto a Lewandosky) y confianza y técnica para fildear balones por alto.
El punto no es si este muchacho es bueno o no. Tiene dos décadas siendo profesional, el tema es que sus colegas, guardametas como él, no son los indicados para criticarlo... si no son más que él.
Uno, que tiene dos o tres campeonatitos caseros y el otro que le dio miedo salir de la comodidad de su casa para intentar probarse en el fútbol de verdad... no tienen las muescas suficientes en su revólver para criticar a nadie que ha volado más alto que ellos.
Además, entre gitanos, no se leen la suerte.