Robando la cosecha
Como dijo mi compadre Mijares: "No hace falta que lo digas..."
La verdad es que hoy, más de un año después, ya sale sobrando. Ya es ocioso que los jugadores hablen hoy de lo que sucedió en la Copa del Mundo en el partido México vs Argentina.
Todos lo vimos en vivo. Hoy ya solo parece limón a la herida recordar lo que hizo el DT de México para favorecer a la selección sudamericana. Eran ganas de joder.
En su momento, a días de arrancar esa competencia publicamos un texto con un encabezado que decía: "Edson y 10 más...".
Aun considerando la experiencia de elementos como Guardado y Herrera, el talento de Orbelín, Charlie Rodríguez o Luis Gerardo Chávez, Edson, desde nuestro muy particular punto de vista, es el mejor de todos.
No ponerlo ante los sureños, sus paisanos, fue un obsequio en bandeja para que los volantes albicelestes se movieran como Juan por su casa en la cintura de la cancha.
Lo dijimos ese mismo día, pero que ya hoy les pregunten a los jugadores de ese tema, no tiene caso.
¿Pudo ser diferente con Edson Álvarez en la cancha? Nunca lo vamos a saber, lo que sí sabemos es que los responsables de eso no es Martino, sino los que lo pusieron ahí. Una pregunta: ¿De qué nacionalidad son los tres entrenadores de tres de los cuatro equipos "grandes" de la Liga MX que hoy están entre el lugar cuatro y 11 de la tabla?, exacto son argentinos. Chivas, Cruz Azul y Pumas, escuadras de las que se habla todos los días en los programas futboleros son dirigidos por vendehumos que los directivos siguen pensando que saben de fútbol. El de América es brasileño. Y encima de todos ellos está un equipo que se llama Monterrey y que está ahí, a pesar del DT que tiene.
Y el que se está llevando muchos elogios por parte de mucha gente que cree que sabe de fútbol, es Andres Lillini, ex DT de Pumas y ahora director de Selecciones Nacionales de México (hazme el retiznado favor; a ver cuándo escarmientan) porque está repatriando y tiene en la mira a 70 chamacos que nacieron en México o tienen pasaporte mexicano, aunque están en el extranjero.
Este tipo acaba de llegar y en lugar de presentar un proyecto de trabajo que implique el desarrollo de talento, se puso a tirar las redes a la mar y pescar a los formados en otras instituciones del extranjero. ¿Para qué batallamos, si alguien más hizo el trabajo por nosotros?, dice el interfecto.
Aquellos ya sembraron, ahora nosotros nos robamos la cosecha...