Monterrey.- Han pasado 10 años desde que 17 miembros del grupo Kombo Kolombia, entre ingenieros de audio y músicos, fueron secuestrados y asesinados, para posteriormente ser encontrados al interior de una noria en el municipio de Mina, en el estado de Nuevo León.
En 2011, cuando sucedieron los hechos, la agrupación estaba alcanzando la cumbre de su éxito, ya que a tres años de su formación ya estaban por comenzar a grabar su primer álbum.
Comenzaron como un grupo de conciertos, sin embargo, pronto lograron ganarse al público regio amante del vallenato, lo que pronto los catalogó como una de las bandas más populares de Monterrey.
No obstante, este sueño se vio destruido el 26 de enero de 2013, cuando el grupo fue contratado para tocar en una fiesta que se realizaba en una finca ubicada en el municipio de Hidalgo.
El evento transcurrió con normalidad, sin embargo, pasadas las horas, los asistentes mostraron sus verdaderas intenciones y sometieron a los músicos. Todo se trató, presuntamente, de una emboscada realizada por un grupo delictivo.
Durante la noche, se presume que luego de ser torturados por los delincuentes, fueron hincados y fusilados uno a uno, no obstante, uno de ellos logró escapar, con golpes y fatiga, logró huir hasta la carretera donde un trailero lo rescató.
El sobreviviente fue quien dio aviso a las autoridades y ayudó con la localización del resto de hombres que no corrió con su misma suerte, pues 17 personas fueron asesinadas y luego lanzadas a una noria del municipio de Mina.
Hasta la fecha, sólo dos personas han sido detenidas por el asesinato de los integrantes de este grupo vallenato, en 2014 se logró la detención de un hombre, quien fue acusado de secuestro.
Y, de igual manera, otra persona se encuentra en prisión por este delito; hasta el momento se desconoce si esta carpeta continúa abierta y se sigue buscando a más culpables de esta masacre que le arrebató la carrera y los sueños al Kombo Kolombia.