Santiago. – Doce miembros de una familia murieron ayer domingo en la Carretera a la Cola de Caballo, toda vez que el vehículo donde se transportaban sufrió una volcadura a la altura del kilómetro 14, en el municipio de Santiago, Nuevo León.
El hecho ha causado gran consternación a nivel local, y rápidamente hubo quienes recordaron un evento similar ocurrido en julio del año 1994, cuando 10 miembros de la familia originaria de Texas, fallecieron en un percance muy parecido registrado en este mismo punto del Pueblo Mágico.
Sobre este acontecimiento registrado en la década de los 90, vale hacer mención que las víctimas habían optado pasar unas vacaciones en tierras regiomontanas, sin conocer que ese momento de diversión iba a ser el último de sus vidas.
La familia con residencia en Houston, Texas, subió a su vehículo y conocieron atractivos como la Cola de Caballo y Puerto Genovevo; luego de un rato de recreación, las personas decidieron regresar a casa a través de esta misma carretera, donde un desafortunado fallo en los frenos de la camioneta derivó en una volcadura que les terminó arrebatando la vida.
Esthela Plata, madre de familia, había organizado el viaje junto a sus hijos identificados como Vanesa de 10 años, Cristal (8) y Junior (6), además de su amiga Martha, quien llevó a su hijo Moisés.
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Al viaje se unieron Lety, quien era hermana de Esthela, con sus hijos Rocío y Poncho, así como los abuelos de los pequeños.
Fue la propia Esthela la única que sobrevivió del accidente, lo cual llama la atención porque ella había cedido el volante a su amiga Martha, alegando que el camino no era nada sencillo de maniobrar.
Pero Martha no logró dominar las condiciones del terreno y terminó por volcar la unidad en la que viajaban, misma que cayó de manera violenta por la sierra, expulsando a los tripulantes cuyos cuerpos más tarde fueron vistos por otros paseantes.
Aunque Estehela sobrevivió, tuvo que recibir atención médica de urgencia. De hecho cuando despertó del letargo, su esposo estaba junto a ella en el hospital y pudo comentarle todo lo que había sucedido, destacando la muerte de sus tres hijos, padres, sobrinos, amiga y niño pequeño.