México.- La primera marcha contra la gentrificación en Ciudad de México se volvió viral no solo por su causa, sino por un momento inesperado: el influencer Luisito Comunica fue agredido verbalmente mientras presenciaba la manifestación, lo que generó debate en redes sociales.
Manifestación contra la gentrificación: ¿por qué se organizó?
Vecinos y colectivos se reunieron este viernes en la capital para protestar por el incremento en rentas, el desplazamiento de residentes históricos y la transformación de barrios tradicionales como la Roma y la Condesa, impulsados por la llegada masiva de extranjeros y plataformas como Airbnb.
Con consignas como “La gentrificación no es progreso, es despojo”, los asistentes exigieron medidas urgentes al gobierno: regulación de rentas con topes inflacionarios, límites a las rentas temporales y protección para habitantes de larga data.
El inesperado momento con Luisito Comunica
Luisito Comunica, uno de los youtubers más conocidos del país, acudió a la marcha por curiosidad, según explicó en un video.
Sin embargo, su presencia no fue bien recibida por todos los manifestantes. Algunos lo saludaron o pidieron fotos, pero otros lo insultaron fuertemente al grito de frases como:
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"¡Tú eres parte del problema!"
"¡Ch*nga tu madre, Luisito!"
"¡Muévete p*ndejo!"
Ante la creciente tensión, el influencer pidió apoyo a dos policías que lo escoltaron fuera del área. “Adrenalina pura”, comentó en su video, dejando claro que no esperaba esa reacción.
¿Por qué lo responsabilizan de la gentrificación?
Aunque Luisito no ha promovido directamente prácticas como la compra de propiedades para Airbnb, varios lo asocian con la “romantización” del estilo de vida globalizado que ha contribuido a la transformación de ciertas zonas.
Para algunos manifestantes, su figura representa justo lo que combaten: el desarraigo cultural y la mercantilización del espacio urbano.
Reacciones divididas en redes sociales
El incidente generó opiniones encontradas. Algunos defendieron al influencer, argumentando que no merecía ser agredido, mientras otros lo señalaron como “cómplice del despojo inmobiliario”.
La marcha, que inició de manera pacífica con actividades culturales y performances, terminó con la vandalización de una sucursal de Starbucks, reflejando el nivel de frustración acumulada por los efectos de la gentrificación en la CDMX.