Tamaulipas.- Ante la inminente llegada de migrantes deportados desde Estados Unidos, el sistema de salud de Tamaulipas se alista para hacer frente a un incremento significativo en la demanda de atención médica.
El secretario de Salud estatal, Vicente Joel Hernández Navarro, informó que se prevé un aumento del 20% en las atenciones y emergencias en la región debido a las deportaciones masivas programadas por el gobierno de Estados Unidos.
En respuesta a esta situación, las autoridades sanitarias han instruido a los 134 hospitales, clínicas y unidades médicas ubicadas en la frontera del estado a prepararse para recibir a los migrantes que serán devueltos desde distintas partes de la Unión Americana.
La primera ola de deportaciones podría incluir hasta cinco mil migrantes, una cifra que, aunque podría ser mayor, incluye no solo a personas de origen mexicano y tamaulipeco, sino también a ciudadanos de otras naciones.
“Estamos conscientes de que muchos de los migrantes que serán deportados presentan enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. Por ello, se llevarán a cabo evaluaciones médicas para determinar si requieren tratamiento o hospitalización”, explicó Hernández Navarro.
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Para evitar la propagación de enfermedades, la Secretaría de Salud de Tamaulipas implementará filtros sanitarios en los puntos fronterizos de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros, donde se llevará a cabo un chequeo general de los migrantes.
El sistema de salud estatal está en alerta máxima para brindar la asistencia necesaria a los migrantes deportados, asegurando que, independientemente de su origen, todos recibirán atención médica de calidad.
Con la colaboración de hospitales, clínicas y unidades móviles, el gobierno de Tamaulipas busca evitar una saturación del sistema de salud, garantizando que tanto los migrantes como los habitantes locales reciban la atención que necesitan.