Ciudad de México.- Dentro de los grupos y cuerpos de combate que existen en el Ejército de México sobresalen los integrantes de las Fuerzas Especiales: estos hombres y mujeres están capacitados para aguantar un largo tiempo debajo del agua o bien soportar los climas más extremos en los variados ecosistemas.
Dichos elementos también son utilizados en operaciones especiales, así como en el montaje y ejecución del Plan de auxilio a la población civil en desastres naturales conocido como DN-III-E.
Ante las tareas tan demandantes, los integrantes de las Fuerzas Especiales tienen un adiestramiento que pone especial énfasis en el aprendizaje y perfeccionamiento de diversas destrezas, el desarrollo total de la capacidad física y la tolerancia extrema al cansancio.
Además de las destrezas y capacidades físicas, portan un fusil de asalto FX-05 Xiuhcóatl, en versión carabina, con un cañón más corto que les permite mayor movilidad en su operación.
También cuentan con una ametralladora Minimi calibre 7.62 de fabricación belga que, cargada, llega a pesar hasta 11 kilogramos con una capacidad de hasta 800 disparos por minuto.
Algunos de ellos cuentan con un fusil M16, calibre 5.56, que dispara hasta 700 balas por minuto, o la M4 u otras más que por ya sea por las miras holográficas o las lámparas las hacen particulares.
El equipo táctico también caracteriza a este cuerpo de élite del Ejército: todos sus militares portan botiquín de primeros auxilios que se vuelve fundamental, al haber sido adiestrados para controlar hemorragias masivas que para descompresión, ventilación y oxigenación si es necesario.