Ciudad de México. – Este 2022 ha tenido una temporada muy activa de fenómenos meteorológicos y aún no acaba, basta con ver lo que sucede en el sur de los Estados Unidos, con la llegada del Huracán Ian -ya degradado a tormenta tropical- que ha provocado grandes desastres en Florida.
Pero no solo la Unión Americana ha padecido las consecuencias de las tormentas, ya que han sido muchos países en el mundo que han sido azotados por inundaciones que dejaron víctimas y grandes daños materiales, caso Pakistán.
Es común que como consumidores de información lleguemos a confundir algunos términos meteorológicos, incluso algunos no tan desconocidos, como huracán, ciclón y tifón.
¿Cuáles son las diferencias entre un huracán, un ciclón y tifón?
Los científicos nombran a los fenómenos dependiendo del lugar donde se producen, es por eso que las confusiones en los términos suelen ser más común de lo que creemos.
Hay que tener claro que tanto los huracanes como los tifones son, en sí mismos, ciclones, perturbaciones que suceden cuando un conjunto de nubes y tormentas se unen y adquieren una mezcla de tal forma que se forma un “ojo”, que a su vez es el punto más fuerte del fenómeno.
El ciclón será llamado huracán si se forma sobre el Atlántico Norte, el Pacífico Norte central o el Pacífico Norte oriental, es decir, con paso amenazador en América y el Caribe.
Pero si dicho ciclón atraviesa el noreste del océano Pacífico, normalmente el este de Asia, será nombrado tifón.
En caso de que el torbellino de nubosidad se produzca en cualquier otro lado del mundo ajeno a los puntos antes mencionados, adoptará el nombre de ciclón tropical.
El huracán y sus categorías
La potencia de un huracán se mide en categorías, bajo la escala Saffir-Simpson, que fue desarrollada por el ingeniero de vientos Herb Saffir y el meteorólogo Bob Simpson.
Son cinco categorías totales, todas ellas con el nombre de los números, y entre más agresivo sea el fenómeno, mayor será su escala.
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Por ejemplo, un huracán categoría 5 puede alcanzar vientos superiores a los 250 kilómetros por hora, lo que significa que habría grandes destrozos en el territorio que llegase a tocar.