Ciudad de México. – Los precios de los productos en México son cada vez más elevados y esto es un claro ejemplo del problema que ha significado la inflación, que, por cierto, el pasado mes de agosto alcanzó el 8.7 anual, alcance que no se veía desde hace 22 años.
El dato lo presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que también reveló avance mensual de 0.7 en el índice de precios al consumidor (IPC), esto frente al mes de julio, cuando la inflación general fue de 8.15 por ciento.
Todo esto ha levantado la preocupación de todos los mexicanos, quienes aquejan que el dinero cada vez les rinde menos, es por eso que muchos se han llegado a preguntar si sus ahorros están seguros en el banco, o si también verán algunas reducciones.
El incremento de los precios afecta el poder adquisitivo de los ahorros, por ejemplo, si un depósito en el banco nos ofrece un rendimiento de 3 por ciento anual, teniendo en cuenta que durante año hay una inflación del 3 por ciento, al final del día la rentabilidad de nuestro ahorro sería de ceros.
El escenario luce peor si la inflación llega a ser mayor que el interés que nos dan por nuestros ahorros, ya que perderíamos dinero.
Algunos podrían pensar que una alternativa es sacar el dinero del cajero y guardarlo debajo del colchón, pero de nada serviría, ya que igual estaríamos gastando cada vez más dinero por un mismo producto, por ejemplo, un kilo de tortillas, que se ha llegado a vender hasta en 30 pesos en algunas partes de México.
¿Cómo puedes proteger tu dinero y ahorros de la inflación?
No existe una regla mágica que nos haga librarnos de la inflación, pero sí hay algunas recomendaciones que podemos tomar para tener rendimientos garantizados a través de la propia banca.
Pagarés: Estos productos emitidos por las instituciones financieras no representan ningún riesgo de pérdida de capital y facilitan la planeación.
Fondos de inversión de deuda: Estos fondos se componen de diferentes instrumentos de deuda de gobierno y su rendimiento es bueno, pero menor a la inflación.
Fondos de renta variable: Compuestos por acciones de compañías nacionales o internacionales. Para invertir en ellos se debe tener un claro conocimiento de la operativa de los mismos ya que puede presentarse una minusvalía o una fuerte pérdida de capital.