Monterrey.- Los nombres para cada uno de los fenómenos meteorológicos existen incluso antes de que se presenten. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), cada año, antes de que inicie la temporada de ciclones, la Organización Metereológica Mundial (OMM) ya tiene la lista de los nombres que recibirán las tormentas tropicales y huracanes que se presenten.
Pero esto no siempre fue así, pues en la primera mitad del siglo XX, aquellas personas encargadas de estudiar los fenómenos meteorológicos batallaban para diferenciar a un huracán o ciclón de otro.
Normalmente se le asignaban números o se les llamaba conforme al santoral, de acuerdo al día en el que afectaba a los países del Mar Caribe.
Sin embargo, a partir de 1953 la Organización Meteorológica Mundial decidió darle a cada huracán un nombre de persona. Inicialmente fueron denominados con nombres exclusivamente de mujeres o bíblicos, pero a partir de 1979 se comenzaron a emplear nombres de hombres también. Dichos nombres están en español, inglés y francés.
Los nombres para los ciclones también dependen del lugar de procedencia, es decir que hay una lista para el Océano Atlántico, Pácifico Norte Oriental (que es de donde provenía Otis) y Pacífico Norte Central, éste último contiene cuatro listas. Es decir que en total hay seis listas rotativas.
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Este organismo internacional cuenta con seis listas establecidas de donde se asignarán los nombres a estos fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, el listado utilizado en 2023, se utiliza nuevamente en 2029.
En caso de que se registren más huracanes de lo previstos en las listas, los siguientes fenómenos serían designados con las letras del alfabeto griego. Por ejemplo, en 2005 se llegó a utilizar hasta la letra Gamma.
Sin embargo, si un huracán es determinado como destructivo, causa pérdidas cuantiosas de vidas humanas y causa daños materiales relevantes, los nombres son eliminados definitivamente, tal y como sucedió, por ejemplo, con Katrina.