México.- ¿Terminaste de cocinar y metiste todo al refri de inmediato? Aunque parece práctico, este hábito podría tener consecuencias negativas tanto para tu salud como para la vida útil de tu electrodoméstico.
Muchos lo hacen por costumbre o para “aprovechar el calor”, pero en realidad puede ser contraproducente. Te explicamos por qué.
¿Meter comida caliente al refri es dañino para la salud?
Cuando metes comida caliente al refrigerador, no solo estás enfriando el alimento, sino que estás introduciendo una fuente de calor que eleva la temperatura interna de tu nevera y puede ser causante en la creación de bacterias.
Los alimentos fresco son seguros cuando están a temperaturas muy bajas (refrigeración) o muy altas (cocción). Sin embargo, entre los 5°C y los 60°C (40°F y 140°F), las bacterias como la Salmonella, E. coli y Listeria se multiplican rápidamente.
Por otro lado, el calor de la comida choca con el aire frío del refrigerador, creando condensación lo que provoca una humedad extra que fomenta el crecimiento de moho y otras bacterias dentro de tu electrodoméstico.
Daño a tu refrigerador y al recibo de luz
Más allá de los riesgos para la salud, guardar alimentos calientes puede afectar directamente la vida útil de tu refrigerador y tu bolsillo:
- Sobreexigencia del motor: Cuando detecta un aumento de temperatura, el motor de tu refrigerador tiene que trabajar mucho más, por lo que significa que tomará más tiempo para volver a enfriar el interior, lo que puede reducir la vida útil del electrodoméstico.
- Mayor consumo de energía: Un motor que trabaja horas extras para compensar el calor significa un mayor consumo de electricidad. Esto se traduce directamente en un incremento en tu recibo de luz, lo que anula cualquier intento de "ahorro" al no esperar.
¿Cuál es la forma correcta de guardar la comida caliente en el refri?
Lo ideal es dejar que la comida se enfríe a temperatura ambiente antes de refrigerarla. Sin embargo, no la dejes fuera por más de dos horas.
Una vez que la comida esté tibia, divídela en recipientes poco profundos y herméticos. Esto permite que se enfríe más rápidamente una vez dentro del refrigerador, ya que el frío puede penetrar con mayor facilidad.
Importante: Evita los recipientes muy grandes y hondos, donde el centro tarda mucho en enfriarse.
En caso de que no puedas esperar a que se enfríen por completo, al menos deja el recipiente semi-destapado al meterlo al refrigerador para que el calor se disipe.
Adoptar el hábito de enfriar tus alimentos antes de refrigerarlos es un cambio pequeño en tu rutina de cocina que tendrá un gran impacto en la seguridad de tus alimentos, la durabilidad de tu electrodoméstico y, de paso, en tu cartera.