Monterrey.- Los últimos dos años de la administración de Jaime Rodríguez se vieron marcados por la llegada de la pandemia mundial y las polémicas estrategias adoptadas por el Gobierno del Estado, que no lograron impedir que la entidad ocupe los primeros lugares en contagios y fallecimientos a nivel nacional.
El 11 de marzo del 2020, la Secretaría de Salud, encabezada por Manuel de la O, confirmó el primer caso de covid-19 en Nuevo León, y aunque el estado aseguraba estar preparado para combatir el brote, 40 días después, para el 20 de abril, eran ya 600 los casos en la entidad.
El Estado, que había iniciado con 500 camas hospitalarias de cuidados intensivos para atender los casos, se vio obligado a abrir dos hospitales más para julio y ante el incremento comenzó a adoptar acciones que causaron los primeros disgustos de la sociedad regiomontana.
Y es que, aunque el presidente de México, hacía un llamado en ese momento a los estados a no detener la actividad económica, en Nuevo León, Jaime Rodríguez ordenó restringir los horarios de servicio del transporte público, sólo de 05:00 a 09:00 horas y un segundo turno de 16:00 a 21:00 horas, sin servicio los domingos.
La medida, además del descontento de la población, generó pérdidas económicas para los trabajadores que debieron recurrir a los servicios de taxis y plataformas privadas para llegar a sus trabajos y hogares, así como a los transportistas por ver reducida su flota operativa.
Así mismo, ocasionó importantes aglomeraciones de personas lo que puso en riesgo de contagios a los usuarios, aunque fue entonces cuando surgieron las versiones del Gobernador, Jaime Rodríguez y el Secretario de Salud, Manuel González, que aseguraban que los contagios en el transporte público eran menores que en otros sitios.
Para agosto de ese mismo año se dieron los primeros casos de pacientes rechazados por hospitales que reportaron estar al tope.
Fue en ese momento cuando el estado emitió la segunda medida: restringir el horario de negocios y establecimientos, así como el cierre total los fines de semana.
La medida fue duramente criticada por las cámaras de Comercio (Canaco), Restauranteras (Canirac) y de la Industria de la Transformación (Caintra), que exigieron dar reversa a las medidas por estar provocando un mayor daño económico y pérdida de empleos, pero no fueron escuchados.
En total, durante el primer año de la pandemia se perdieron 22 mil 568 empleos, según datos del IMSS, el segundo peor año para el empleo en Nuevo León desde que se comenzó a medir esta variable en 1997, y sólo detrás de los 25 mil empleos que se perdieron en 2008 a consecuencia de la crisis económica mundial registrada en ese año.
Casi 2, 500 restaurantes cerraron sus puertas de manera definitiva, al igual que uno de cada 4 negocios formales en la entidad, según estimaciones de las cámaras empresariales.
Las medidas sanitarias representaron un duro golpe a la economía regiomontana, más aún cuando se anunció que las mismos se extenderían hasta el 21 de diciembre, pese a los llamados de empresarios y ciudadanos que clamaban por la reapertura de los negocios.
La estrategia de Jaime Rodríguez y el Secretario de Salud, Manuel De la O, se ha mantenido durante este segundo año de pandemia, en mayor o menor medida; sin embargo, esto no logró detener los contagios y fallecimientos a causa del covid-19.
Hoy la entidad enfrenta ya su tercera ola de Covid.
Actualmente Nuevo León registra 272 mil 365 personas que se han contagiado del Coronavirus Sars-Cov-2 en Nuevo León, 13 mil 703 han fallecido a causa de esta enfermedad.
En contraste, durante este 2021 se ha logrado una recuperación económica, según datos del Gobierno del Estado, que indican que ya se han recuperado el 100 por ciento de los más de 85 mil 725 empleos que se tenían antes de la pandemia.
Esto por que en fechas recientes el estado ha permitido la reapertura de giros, conforme la vacunación ha alcanzado casi el 40% de la población.