Monterrey. - La resistencia migrante sigue viva en Monterrey, puntualmente en la Central de Autobuses, ubicada sobre la Avenida Cristóbal Colón, en donde decenas de personas originarias de Venezuela, Honduras, El Salvador, y demás naciones siguen varados, sumando así más de cinco días en estas condiciones.
Aunque ayer un grupo de migrantes se cansó de esperar a las autoridades estatales y decidió partir a pie rumbo al estado vecino Coahuila, muchos otros optaron por mantenerse en la ciudad, al menos por ahora.
Son varios los factores que ocasionaron que algunos extranjeros hayan decidido no acompañar a la caravana, y es que, como ABC Noticias reportó hace un par de días, varias son las mujeres que se encuentran embarazadas y que podían dar a la luz en cualquier momento.
Pero el quedarse en suelos regios no es un escenario del todo positivo para muchos migrantes, quienes saben que se atienen por completo a las acciones de las autoridades del Instituto Nacional de Migración.
La sociedad regiomontana se ha tocado el corazón y ha llevado a los migrantes productos como comida, agua embotellada y demás artículos de primera necesidad para que puedan pasar estos días difíciles de la forma más humana posible.
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Personas que laboran en la Secretaría de Salud tampoco se han quedado de brazos cruzados y han acudido en estos días a la Central para atender médicamente a personas que han padecido diferentes malestares, como infecciones respiratorias y gastrointestinales.
El motivo por el cual miles de migrantes se encuentran en Monterrey y en la Central tiene que ver con el rechazo que el Gobierno de Coahuila hizo con respecto a su llegada a dicho estado.
La meta de las personas Centro y Sudamericanas es llegar a Estados Unidos y vivir el sueño americano.