100 Días

Escrito en OPINIÓN el

100 días

El 11 de enero se cumplieron los 100 días del Gobierno de Samuel García Sepúlveda, por lo que ya ha pasado el tiempo suficiente para comenzar a vislumbrar lo que nos espera los próximos 6 años.

Como en todo, el gobierno encabezado por García Sepúlveda tiene aciertos, claroscuros y errores en el ejercicio del cargo político más importante de Nuevo León.

Entre los aciertos hay que reconocer que se rodeó de un gabinete técnico impecable e intachable, quitado de los dos secretarios –el de seguridad y finanzas– que decidió mantener. Por otro lado, el gobernador y su gabinete han traído dinamismo al gobierno, lo que siempre es positivo. Por último, es de reconocerse que el gobernador mantiene, hasta ahora, una relación cordial y de diálogo con el Congreso del Estado que permite llegar a acuerdos y avanzar tanto en su proyecto político como en la agenda legislativa.

Pero no todo pinta bien en Nuevo León. Los principales claroscuros del gobierno del “nuevo Nuevo León” es que es una administración que gira alrededor de la personalidad de un individuo que se percibe como egocéntrico y frívolo con una necesidad de “dar la nota” todos los días. En resumen, hay mucha forma y poco fondo.

Para permanecer en las notas principales de los periódicos y mantenerse como tendencia en las redes sociales, García sigue buscando ser polémico. Eso funciona bien en campaña, pero no cuando se es gobierno. Mantener esta postura hace que las buenas propuestas pierdan fuerza o se pierdan en medio de la politiquería.

Por último, hay francos errores que el gobernador debe ponderar y corregir. Aún después de 100 días, veo un gobierno desarticulado y la presencia de un gobernador sólo y cuando los temas son glamurosos o bonitos. De los temas espinosos como el de la inseguridad, lo vemos retraerse, cuidadoso de su popularidad.

Por otro lado, me parece un error la comunicación unilateral que mantiene. El gobernador no recibe ni contesta preguntas de los medios durante sus conferencias matutinas. En sus redes sociales aparenta cercanía pero tanto el contenido como las respuestas son elegidas con “acupuntura”. En tanto, sabemos más de lo que sucede en su casa que de las propuestas y acciones de gobierno. Tenemos, hasta ahora, un mandatario que transmite y comunica lo que él quiere, cómo lo quiere, cuando lo quiere y eso no es nada nuevo.

Tampoco hay propuestas concretas en cuatro de las cinco crisis más importantes del estado; agua, seguridad, medio ambiente y salud. Si bien han habido anuncios en lo general –y en donde no faltan contradicciones del propio gobernador y su gabinete– no queda claro el cómo se resolverán las crisis antes mencionadas. Parece que pese a dominar las redes sociales, el gobernador y su equipo carecen de la capacidad para transmitir los planes concretos con los que piensan hacer un “nuevo Nuevo León”.