Sistema Electoral basado en Meritocracia: una posible solución

Escrito en OPINIÓN el

Ya les dimos la vuelta a todos los partidos. Ya les dimos los ciudadanos la oportunidad a todos los candidatos que han puesto e impuesto.

La historia nos ha visto a los ciudadanos mexicanos votar cada 3 ó 6 años buscando un partido o un candidato que cuente con solvencia moral, capacidad, honestidad, audacia y temple para estar a la altura de los problemas que nos asedian y organizar nuestros municipios, estados y país. Esperanzados primero, en que los sufragios sean contados de forma honesta; pero ahora, después de apostar por todos y cada uno de los partidos, propuestas y sus candidatos, inclusive los que se dicen ”independientes”, ninguno parece satisfacer las necesidades apremiantes de la sociedad, ni estar libre de prácticas turbias; ni uno que incluya un sistema estricto de acceso a sus cuadros, evaluación y sanción a los que son negligentes o más aún, cometen ilícitos.

¿Cuál será la clave para ir resolviendo esto? En mi opinión, no es necesariamente la creación de más entidades políticas, campañas o colores; ni nuevas formas (por no decir “pueriles y estúpidas”) de llamar la atención del respetable, sino un cambio de sistema.

Muy probablemente un sistema basado en la meritocracia.

China se adelantó hace varios años, considerando la esencia del sistema imperial de meritocracia procedente del Confucionismo “KeJu”, instauró la forma en que eligen a sus gobernantes; su directriz es la “selección junto con la elección” y que reta a los pútridos sistemas que eligen (con dedazos, nepotismo y corrupción) a conveniencia sus los candidatos y partidos, reemplazando el acceder con un estricto escrutinio, evaluaciones, encuestas de opinión y exámenes de oposición para elegir, no a la persona que haya hecho más puntos partidarios sino a quien es más capaz y haya hecho más por su país, estado o municipio.

Los criterios tienen que ver con el abordaje a: pobreza erradicada, creación de empleos, crecimiento de la economía local, desarrollo social, protección ambiental, entre otras y los indicadores son de substancia: buena gobernanza, liderazgo de competencia y el éxito en solucionar las necesidades de las personas.

Otra característica es la forma de dar “salida” a los malos gobernantes y las sanciones que representan las consecuencias a la evaluación sobre las gestiones.

El sistema presume que no habría posibilidad para personajes débiles como George W. Bush o Donald Trump de “colarse” para detentar un cargo como el que han tenido y que este sistema ha derivado en tener el crecimiento más acelerado del planeta en la economía.

Aunque no hay sistema perfecto, mi opinión particular es que debemos buscar acciones diferentes para obtener resultados diferentes. Todos queremos a los mejores de los mejores manejando nuestros gobiernos e intereses. Es justo y necesario incluir sí o sí a la meritocracia en nuestro sistema…solo así, tendremos los mejores y más competentes líderes.