La Otra Crisis
Como si nos faltaran problemas, hoy Nuevo León se enfrenta a otra crisis: cientos, casi miles de migrantes están varados en la ciudad de Monterrey ante la negativa de las autoridades a que puedan trasladarse a Acuña para cruzar a Estados Unidos. Se espera que el número de migrantes que lleguen a la frontera norte sean de 15 mil.
Pero esta no era una crisis que le tocaría lidiar al estado, pero así lo decidió el gobernador en conjunto con el gobernador de Texas.
El primero de abril, la administración estadounidense de Joe Biden anunció que pondría fin al famoso Título 42, que permitía expulsar de manera inmediata a los migrantes que buscan entrar por la frontera de México y Canadá hacia Estados Unidos. En respuesta y en medio de una contienda electoral, en la que el gobernador de Texas, Greg Abbot, busca ser candidato republicano, éste instaló inspecciones de camiones y tránsito en general en su frontera, para presionar a México a que concediera a reforzar su frontera norte y así, ganar puntos con el electorado norteamericano.
No cayendo en provocaciones, el presidente López Obrador rechazó la manipulación de Abbot, sabiendo que se trataba de una maniobra electoral. El que sí lo hizo, por otro lado, fue nuestro gobernador, Samuel García.
Casi dos semanas después, García firmó un memorando de entendimiento en Laredo, Texas, con el gobernador Abbot para suspender las inspecciones en el Puente Colombia. El acuerdo fue recibido con aplausos por los medios locales y los opinólogos. Al acuerdo de García le siguió Chihuahua, Tamaulipas y Coahuila.
PERO, y el gran PERO es que por hacerlo se acordó que Nuevo León prevendría el ingreso de migrantes indocumentados desde el Estado, de lo contrario, Texas podría "volver a inspecciones aleatorias".
De esta manera nació la «patrulla fronteriza» local conformada por 15 policías de Fuerza Civil. Así, a la llegada de cientos de migrantes, los retenes de seguridad los regresan a la ciudad de Monterrey, incluso aquellas personas que llegan a la frontera coahuilense.
De esta manera, un fenómeno que era de ámbito federal, se volvió un problema local.
Hoy estamos pagando las consecuencias.
Varados en la ciudad y al negarles su petición de libre tránsito, los migrantes han comenzado a manifestarse. La semana pasada, decenas de mujeres y hombres se cosieron la boca en protesta y horas después bloquearon avenidas y protestaron frente al Palacio de Cantera.
Decían que López Obrador había hecho de México el muro personal de Estados Unidos, pero fueron los gobernadores, con iniciativa del neolonés, quienes cayeron redonditos en la extorsión de su homólogo texano; le hacemos el trabajo sucio a Abbot, mientras éste gana puntos para su campaña.