Seguir Creyendo en los -Súper Políticos-

Escrito en OPINIÓN el

Seguir creyendo en los -súper políticos- 

El hombre es lo que él cree

        Anton Chekhov

Hay una serie de televisión que se llama “The Boys”, que pese a tener un humor negro y ciertos elementos un tanto exagerados, me ha dejado reflexionando sobre la correlación entre el sistema de Creencias que los humanos tenemos y los liderazgos (de toda índole) que hoy guían al mundo, en particular a nuestro amado México.

Esta serie describe a un grupo de vigilantes (“The boys/Los chicos”) que se reúnen para desenmascarar y atrapar a (“The Seven/Los siete”) que son un grupo de superhéroes que supuestamente combaten a los delincuentes y corruptelas del mundo, pero en realidad son superhéroes corruptos que trabajan para una agencia que los comercializa y monetiza. Es muy interesante el manejo de la ironía que representa que los que en principio están arriesgando su vida, aportando sus talentos (poderes) y “salvando” la ciudad (país), son los que tras bambalinas son parte de un plan corrupto y desalmado que controla, engaña y daña a los ciudadanos quienes creen, admiran e idolatran a los superhéroes salvadores.

Una ironía no tan distante es ese sistema de creencias que mantiene a los ciudadanos esperanzados que alguna vez llegará el superhéroe político poderoso que logre purificar el sistema político mexicano, sus cotos de poder, el óxido y la corrupción que siempre han estado presentes; que dicho super-político será incorruptible, pulcro, inspirador, con las más grandes y transformadoras ideas que pondrán fin a la era donde existen pobres, donde existen analfabetas, donde reine la igualdad de género, el respeto a los derechos humanos; la nación se convertiría automáticamente en autosustentable, la gente trabajaría solo la mitad del tiempo para aprovechar el tiempo en familia; las ciudades permanecerían limpias y la cultura será una de las prioridades de la nueva especie de políticos y ciudadanos.

Cada vez más, la gente está despertado y tiene claro que no podemos seguir simplemente “creyendo”. No podemos seguir sólo fluyendo esperanzados en que algún día, no muy lejano nazca en México y no en Kryptón (o en cualquier locación cuna de superhéroes), el súper político que venga a salvarnos y a componer el desmadre que hemos dejado crecer en nuestro país.

Si pronto nos convencemos que no se trata del político en turno; que lo único “súper” que necesitamos es “super-poner” los intereses comunes y nobles, sobre los individuales y corruptos, vamos a terminar de una vez por todas con la ironía en la vida real y dejarla sólo para las series de televisión.