Currículum único

Escrito en OPINIÓN el

Lamentablemente, cuando una empresa contrata a alguien, le pide lo que llamamos un “curriculum vitae”, que general y primordialmente describe la historia del presentante en dos sentidos: 1. Dónde ha estudiado; y 2. Dónde ha trabajado el candidato.

Esta práctica es limitante para la valoración de los talentos y aptitudes que una persona puede tener y a su vez poner a disposición de una organización.

Sin embargo, más allá de limitar la valoración integral de la persona, da una ventaja abismal a la gente que tuvo la oportunidad de estudiar en alguna institución de renombre y que pudo forjar relaciones con gente de cierto nivel sociocultural y económico contra la persona que no tuvo dichos privilegios; ya que “por inercia”, el departamento de recursos humanos buscará contratar a la persona que estudió en Harvard o en el ITESM, antes que a la persona que su familia le pudo inscribir en CONALEP o una universidad pública o desconocida por la mayoría.

En este sentido, tenemos la urgencia de dar valor público, (además de dónde estudió y dónde trabajó el candidato), a las habilidades y competencias blandas, las actividades que la persona realiza y que están orientadas al servicio a los demás o a su

Patria; aquellas disciplinas o habilidades que ha adquirido de forma extracurricular que constituyen herramientas que ayudan a la evolución de la conciencia. Ese valor público generaría además personas más conscientes en todo sentido, con un componente ético más amplio y que al ingresar a una fuerza laboral elevaría la productividad de la empresa contratante.

¿Qué se requiere?

La propuesta de una plataforma inter-entidades e individuos llamada “Currículum Único” que documente las evidencias de las habilidades o competencias blandas, así como actividades extraescolares, idiomas, deportes, artísticas, lectura rápida, capacidad de expresión y elocuencia; así como actividades cívicas o ciudadanas y de servicio a los demás (por ejemplo que dicha persona dedica en sus fines de semana a visitar enfermos o a ayudar a niños a través de una OSC); que, aunado al tradicional curriculum vitae, permitirá fortalecer en términos de justicia social, un entorno de “piso parejo” en el ámbito de contratación laboral y reducirá sin duda las desventajas que la gente que no ha tenido una vida de privilegios (en el sentido de donde estudió y a quién conoció).

Sin duda, para que esto sea eficaz se requeriría voluntad política de los gobiernos y en particular de las secretarías de educación, los intereses de las instituciones educativas públicas como privadas; así como terminar la plataforma digital que auspicia el proyecto que iniciamos a través de Curriculum Ciudadano A.C. con la generosa participación altruista de la empresa mexicana Softtek

Busquemos juntos la justicia social fomentando que todos los mexicanos talentosos y esforzados tengan oportunidades similares.