Se ponen sus moños

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Se ponen sus moños

Los alcaldes de Apodaca, César Garza, y de San Nicolás, Daniel Carrillo, se están poniendo sus moños para otorgar las autorizaciones de uso de suelo que necesitan las nuevas líneas del Metro.

Sin embargo, la jugada de los munícipes del PRIAN de obstaculizar la obra que construye el gobierno del Estado pudiera resultarle contraproducente no sólo a ellos, sino a los habitantes de sus municipios que ni culpa tienen.

Dicen Los Infiltrados que, si César Garza y Daniel Carrillo insisten en negar los permisos, el gobierno estatal podría cambiar la jugada y llevar la construcción del Metro hacia Santa Catarina, donde el alcalde Jesús Nava no pondrá reparos y hasta servirá para los futuros trabajadores de Tesla.

Voto complicado

Donde están sufriendo problemas, otra vez, es en el Congreso del estado, pero ahora no por la disputa entre el PRIAN de Carlos “Chale” de la Fuente y Heriberto Treviño y la bancada de Movimiento Ciudadano, sino por tecnología que no funciona como debiera.

El lunes los legisladores estrenaron el voto electrónico a través de sus teléfonos, pero muchos quedaron insatisfechos pues la aplicación tarda en abrir, es lenta para reaccionar y no da la opción de seguir la sesión vía remota y emitir el voto al mismo tiempo, por lo cual en este caso se requieren dos teléfonos.

Dicen Los Infiltrados que el donativo realizado por el Congreso de la Unión al Congreso local tiene buenas intenciones, pero no cumplió las expectativas de los legisladores y así se lo comentaron al presidente del Congreso, Mauro Guerra.

Apoya, pero de lejos

Graciela Buchanan, titular de la Secretaría de las Mujeres, descartó que vaya a unirse a la marcha feminista que hoy conmemora el 8 de Marzo. 

Dicen los infiltrados que la ausencia de la ex magistrada no será por indiferencia, sino porque considera que al ser funcionaria pública no debe ser “juez y parte”, pues su obligación es ayudar a resolver las problemáticas que enfrentan las mujeres desde su cargo.

Buchanan confirma que simpatiza con el movimiento feminista, pero considera que ir a la marcha, en su caso, no abonaría a encontrar soluciones para la problemática de la violencia de género.